Llegó a a la Secretaría General de los socialistas gallegos en abril de 2009 de la mano de José Blanco, tras la derrota electoral de su partido y la dimisión de Emilio Pérez Touriño. Nadie confiaba mucho en su liderazgo. De hecho, desde el principio fue visto como un líder de transición. No obstante, el pasado mes de marzo, revalidó el cargo de secretario general del PSdeG con una victoria in extremis frente a la exministra Elena Espinosa, a la que ganó por una corta diferencia de 33 votos.
Procedente del Centro Democrático y Social, tras su ingreso en el PSdeG-PSOE, fue elegido diputado en el Parlamento de Galicia en las elecciones autonómicas de 1993. Permaneció en el Parlamento hasta 1995, fecha en la que se alzó con la alcaldía de su localidad natal. Resultó reelegido en 1999 y 2003. Sin embargo, en 2005, tras ser elegido nuevamente diputado autonómico, renunció a la alcaldía.
Durante su etapa municipal fue también diputado provincial y portavoz del grupo socialista en la Diputación Provincial de Ourense, así como vocal de la comisión ejecutiva de la Federación Gallega de Municipios y Provincias. En 1998, apoyó la candidatura de Miguel Ángel Cortizo para la secretaría general del PSdeG-PSOE, perdedora ante Emilio Pérez Touriño, al que apoyó posteriormente. Durante la legislatura 2005-2009, en la que Pérez Touriño encabezó un gobierno de coalición entre el PSdeG-PSOE y el Bloque Nacionalista Galego, fue consejero de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible.
Hoy, cuatro años después de estar al frente de los socialistas gallegos, llega las próximas elecciones del 21 de octubre con la férrea convicción de que está en juego «una Galicia distinta» y bajo el brazo trae las promesas de retirar el copago farmacéutico y la de gravar con un nuevo impuesto a la banca.