Cuenta una estrella madrileña que los 40 años de Letizia dejaron una divertida anécdota escondida entre sesiones fotográficas.
Las revistas mostraron la cara más familiar de los Príncipes de Asturias en un despliegue a lo Annie Leibovitz, y la apariencia de cercanía de una Princesa junto a otras 12 mujeres de su quinta.
Fue aquí, ante esta decena de mujeres que también habían abandonado la treintena, donde Letizia y Felipe mostraron su lado más corriente. El lado que sólo aparece entre las cuatro paredes de Valdemarín y que sugiere que tras la elegancia de familia aburguesada, es la princesa sin sangre azul la que manda en casa.
Cuentan a este diario que el ambiente de aquella sesión repleta de mujeres estaba algo serio y alicaído. Letizia, preparándose para la sesión de fotografías le dio a Felipe su bolso para que lo sujetara. Debe ser que tanta dama se sintió abrumada ante la dama mayor y las conversaciones no eran de lo más fluidas entre las asistentes, así que Letizia, quizá en un aparente gesto de demostrar banalidad, se dirigió a su Príncipe pidiéndole que hiciera algo para animar la ocasión. «Felipe, salta».
Y Felipe saltó y saltó, sujetando el bolso de su esposa, mientras el resto de mujeres reían ante un Príncipe de Asturias de dos metros sometido a la ocurrencia de la Princesa.