El presidente del EBB y candidato del PNV a lehendakari, Iñigo Urkullu, afirma que «el grito de la independencia es consustancial al nacionalismo», pero señalado que hay que «matizar» si se es «independiente» del siglo XIX o del XXI.
Tras asegurar que su partido «no se fija» en Cataluña, Escocia, Flandes o Quebec porque «quizá estos hechos nacionales» son los que «miran las herramientas de autogobierno de Euskadi», apuesta por un nuevo estatus que suponga «una soberanía compartida» que se logre mediante el pacto entre partidos, y realiza un llamamiento a evitar «el enfrentamiento» con «intentos de sembrar miedos» e identificar a los vascos «en dos comunidades».
En una entrevista concedida a ETB, Urkullu ha reiterado su intención de recuperar el espíritu pactista del lehendakari Agirre con el fin de lograr «aunar esfuerzos en un propósito de acuerdo, con un compromiso y con un ejercicio de responsabilidad».
Según ha precisado, él pretende evitar «los enfrentamientos» entre vascos porque, en esta campaña, se están viendo discursos que «retrotraen a tiempos del pasado, de intentos de sembrar miedo, de identificar a la sociedad vasca en dos comunidades, el ejercicio de la división de las dos comunidades». «Aquí vascos somos todos y todas, todos los vivimos aquí, todos los que somos autóctonos o los que hayan venido de fuera. Somos vascos todos y no hay que tener miedo a esos mensajes recurrentes», ha añadido.
«Una sociedad en la que quepan todos»
Por ello, ha abogado por «una sociedad donde quepan todos y donde el acuerdo sea posible entre todos». Además, ha dicho que es la palabra «juntos» la que invoca al PNV «a hacer un esfuerzo» para salir de esta crisis «juntos, remar juntos también en un proceso de consolidación de la paz y de la convivencia política, y juntos hay que reflexionar sobre el estatus de autogobierno».
«Y, cuando digo juntos, digo nacionalistas y no nacionalistas en base a acuerdos amplios internos en la sociedad vasca, pero que también nos lleve a la apertura de Euskadi al exterior», ha apuntado. Asimismo, ha apostado por mantener «la cohesión social» lograda, a su juicio, en los últimos 30 años, y ha señalado que, en cuanto a la consolidación de paz y la convivencia, hay que conseguir que no haya «un pase de página, en estos momentos, sin leer todo lo que ha padecido la sociedad vasca».
«Todos tenemos que tener una memoria incluyente para mirar al futuro sobre unas bases éticas y un estatus de autogobierno, haciendo una reflexión también de lo que es el autogobierno y cómo se ha gestionado por parte, no sólo de los nacionalistas sino, fundamentalmente, también de los no nacionalistas con responsabilidad de Gobierno en el Estado español, haya sido el PSOE o el PP», ha dicho.
Bilateralidad
Iñigo Urkullu, que se ha mostrado a favor de «una bilateralidad efectiva y soberanía compartida» para esta próxima legislatura, ha indicado que alguno pretende hacer un ejercicio en relación al PNV «emulándolo a Cataluña, cuando el 25 de octubre del año pasado» él planteó «la aspiración» que tiene para lograr un nuevo estatus político en el año 2015.
Además, ha recordado que en la Asamblea General de enero de 2012 su partido aprobó un documento político «definido como Euskadi, nación europea». «Nosotros planteamos un sistema de bilateralidad con el Estado español», ha aseverado, para afirmar que el Estado ha utilizado el Estatuto de forma unilateral. También ha destacado su pretensión de que haya «una institucionalización de las relaciones con la Comunidad Foral de Navarra».
El líder jeltzale ha asegurado que el PNV «no se fija ni en Cataluña ni en Escocia ni en Flandes ni en Quebec, cuando, además, estas realidades, estos hechos nacionales quizá están mirando a Euskadi, a las herramientas de autogobierno que tiene y, por lo tanto», ha considerado que hay que fijarse «en la realidad vasca».
«El grito de independencia es algo natural, consustancial, con ser nacionalista y no es porque ahora en Cataluña se esté viviendo una efervescencia que, quizá habría que matizar también cuál es el objetivo que se persigue en Cataluña», ha dicho.
Tras insistir en que «el grito de independencia es consustancial con ser nacionalista», ha considerado que lo que hay que «matizar es si se es independiente del siglo XIX o independiente del siglo XXI». «Y ser independiente del siglo XXI nos lleva también a una reflexión profunda sobre lo que es el ejercicio de soberanía y a una reflexión muy profunda en la arquitectura institucional del pueblo vasco en lo que es la configuración territorial, en lo que es el ámbito jurídico administrativo del propio pueblo vasco en su conjunto», ha señalado.
Por ello, ha dicho que su forma de trabajar «a favor de la independencia en ese ejercicio de más soberanía» es avanzar en el autogobierno para lograr «mas bienestar». «En ese ejercicio tenemos que trabajar todos los días, no desde la reivindicación sólo basada en los gritos, sino en el trabajo de cada día, de una menor dependencia cada día», ha añadido.
Además, ha insistido en que el pueblo vasco decidirá por refrendo popular si apoyo un nuevo estatus. «Primero tiene que haber un ejercicio entre los partidos para sentar unas bases comunes de definición de lo que es el estatus de autogobierno al que podamos aspirar, sobre eso llevar una iniciativa al Parlamento vasco y, si hay un acuerdo en el Parlamento vasco, que sea la sociedad la que lo refrende en base al cumplimiento del Estatuto de Autonomía de Gernika», ha concluido.