El presidente de la Xunta y candidato popular a la reelección, Alberto Núñez Feijóo, se ha aferrado a su gestión en este mandato, que ha reivindicado ante la audiencia que siguió el primer debate que se celebra en los últimos 19 años con motivo de unas elecciones gallegas, mientras que su rival socialista, Pachi Vázquez, ha aprovechado para lanzar sus promesas electorales y ha intentado desestabilizar a su contrincante al introducir asuntos como el idioma o el Estatuto.
Con un protocolo muy férreo y un formato en bloques pactado por sus equipos, los dos aspirantes se han ajustado a los papeles que se les presupone en un debate de más de una hora duración, con interrupciones de las dos partes –sobre todo por parte de Pachi Vázquez en los puntos más candentes: desempleo y Pemex–. Así, Feijóo ha esgrimido experiencia y se ha mantenido fiel a su mensaje de una Galicia que está «mejor» que el resto, mientras que Vázquez se ha reivindicado como alternativa y ha buscado identificar al popular con los ajustes y el aumento del paro.
«Si yo fuera presidente», ha sido una de las coletillas más recurrentes en el mensaje de Pachi Vázquez, que ha empleado fórmulas más coloquiales que su rival político al afirmar, por ejemplo, que «el déficit gallego está niquelado». También se ha mostrado más combativo, con una intervención inicial muy crítica hacia Núñez Feijóo y las políticas del PP. «La mayor amenaza que tiene el autogobierno es usted», ha sentenciado.
En un papel más institucional, el candidato popular ha esgrimido baterías de datos económicos y ha mostrado varias gráficas, aprovechando su intervención para mostrar una carta del consejero delegado de la filial internacional de Pemex en la que ratificaba que los contratos de los dos floteles, puestos en cuestión por la oposición, avanzaban con normalidad.
Vázquez le ha instado a «enseñar el contrato y no una carta» y también ha mostrado una fotografía del ‘contrato con los gallegos’ que el ahora candidato a la reelección firmó en 2009 y del cual, según el líder socialista, «incumplió todos los puntos». Los contratos con Pemex y la carga de trabajo que supondría para el sector naval, uno de los más castigados por la crisis económica, fue uno de los puntos que más enfrentó a ambos candidatos, junto con las cifras del paro.
Balance frente a promesas
Frente a un discurso de Feijóo de balance y reivindicación de su gestión, sobre todo centrado en materia económica, Pachi Vázquez ha aprovechado la audiencia que proporciona un debate retransmitido por la TVG en ‘prime time’ para lanzar varias promesas electorales. Así, el candidato socialista ha anunciado que si gana derogará el decreto del plurilingüismo, a lo que Feijóo, que se despidió de los espectadores utilizando el gallego y el castellano –como suele hacer en los mítines–, respondió reivindicando «una Galicia libre y bilingüe».
El inmenso mitin que supone un debate televisivo ha sido para el socialista el escenario propicio para lanzar las promesas que ha venido planteando en las últimas semanas, como la de crear 25.000 puestos de trabajo para jóvenes para dar «una oportunidad a uno de cada dos» menores de 30 años, recuperar la gratuidad de los libros de texto, eliminar el copago farmacéutico para los pensionistas, suprimir los conciertos con colegios que segregan por género y promulgar una ley de publicidad institucional para apuntalar la política de transparencia.
Mientras que Feijóo ha ejercido de presidente, su rival socialista ha buscado agitar los sentimientos del telespectador con el recurso a ejemplos de la vida cotidiana, fundamentalmente en el bloque centrado en servicios sociales. Así, ha entrado en esta materia con la alusión al «drama de una familia gallega» afectada por el paro tras «una reforma laboral absolutamente injusta», que tiene a su cargo a una de las personas dependientes que el Gobierno del PP «dejó sin atención», que debe pagar los libros de texto de sus hijos y que cuenta, entre sus integrantes, con una persona mayor que ahora «está pagando por primera vez las medicinas».
Las claves de Feijóo para replicar a esta realidad a la que lo ha enfrentado Pachi Vázquez han sido nuevamente reivindicar su gestión, basada en la austeridad y el control del déficit público como vías que han permitido hacer «muchos menos ajustes». Otra de las líneas argumentales de sus primeros mítines de campaña también apareció en el cierre del debate cuando atacó a las coaliciones «que no se conocen en el momento de las elecciones».
Conforme al protocolo
Núñez Feijóo se bajó de su vehículo a las 20.20 horas, cinco minutos más tarde del horario estipulado por el protocolo, acompañado de su jefe de comunicación. Para el evento, eligió un traje azul oscuro y una camisa blanca con corbata en tono azulón, mientras que en su solapa lucía una insignia de Galicia. Le recibió el director de la Compañía de Radio e Televisión de Galicia (CRTVG), Alfonso Sánchez Izquierdo.
Cinco minutos más tarde, el directivo del ente público recibió al líder del PSdeG, Pachi Vázquez, que también salió de su coche acompañado por una asesora de comunicación y, al igual que su rival político, optó por un traje azul oscuro y una corbata también azul, aunque más oscura que la de Feijóo, igualmente con camisa blanca.
Tras su entrada en el complejo de San Marcos, ambos dirigentes posaron ante un ‘photocall’ habilitado para la ocasión por la CRTVG con Sánchez Izquierdo y la moderadora de la confrontación dialéctica, Marga Pazos. A petición de los fotógrafos posaron sólo ambos candidatos y se estrecharon la mano, gesto que repitieron a la salida.
Ambos se declararon ambos «muy contentos» con el primer cara a cara que los enfrentó y que concluyó con deseos por ambas partes de «buena suerte» en la cita con las urnas del 21 de octubre, la primera convocatoria electoral a la que concurre Pachi Vázquez como cabeza de cartel y la segunda para un Feijóo que aspira a reeditar su mayoría absoluta.
Estrella Digital/EP