La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ha subrayado este martes que la intención de permitir la colocación de terrazas en la céntrica plaza de la Puerta del Sol «en absoluto» tiene por objetivo evitar que se convoquen manifestaciones o concentraciones en la misma, y ha aclarado que se trata de hacer «una plaza más amable» para los vecinos de la capital.
En declaraciones a los medios antes de la entrega de premios en Defensa de los Derechos Humanos de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Botella ha apuntado la opción de permitir terrazas en Sol cuando «son queridas por mucha gente».
Así, ha anunciado que se abrirá próximamente un concurso desde el Ayuntamiento para que se adjudique la concesión de un kiosco que podrá disponer de terraza. Además, ha explicado que para evitar que la plaza pueda parecer «un poco dura» se podría poner también «algún árbol».
«La remodelación responde a crear «una serie de obstáculos»
El portavoz municipal del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, Jaime Lissavetzky, intuye que existe una relación «causa-efecto» entre la preocupación del Consistorio sobre el elevado número de manifestaciones y la remodelación de la Puerta del Sol, lo que a su juicio antepone intereses de carácter «político» a «la mejora de la ciudad».
Lissavetzky ha manifestado que a su grupo municipal no le gusta el proyecto de reforma de la Puerta del Sol tanto desde el punto «urbanístico» cono el de «paisaje urbano». Además, ha agregado que «por muchos obstáculos» que se pongan las manifestaciones en Madrid se van a seguir celebrando hasta que no cese la política de recortes del PP.
El portavoz socialista ha señalado que el proyecto de remodelación de esta zona no responde a un concepto de plaza como «lugar de encuentro de vecinos» ni al carácter «emblemático» de este enclave urbano.
Tras subrayar que la creación de un quiosco de hostelería con una terraza de 300 metros cuadrados obligaría a un cambio de ordenanza, Lissavetzky entiende que la proliferación de terrazas en Sol parece que responde a crear «una serie de obstáculos».
«Con terrazas y más terrazas no se consigue mejorar nuestra ciudad, quizás esta reforma tiene que ver con otra cosa», ha agregado el portavoz socialista para recordar que hace poco la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, hace pocos días manifestaba su preocupación por el volumen de manifestaciones que se sucedían en Madrid.
En este sentido, ha considerado «infantil» y «burdo» que no se expresen las razones «reales» de dicha remodelación. «Si lo que se quiere es que no haya manifestaciones que se cambie la política de recortes», ha espetado Lissavetzky.
Estrella Digital/EP