El lehendakari, Patxi López, apuesta por avanzar hacia el federalismo haciendo del Senado «una cámara territorial» y con «lealtad institucional», porque «no puede ser que todos los viernes el Gobierno de España elabore decretos que invaden competencias». Asimismo, insta a quienes «apuestan por el derecho a decidir» que aclaren sobre «qué» y reitera que la independencia sería «el peor negocio».
En una entrevista concedida a TVE, el presidente vasco y candidato socialista a la reelección se ha pronunciado de este modo en relación a la presencia del debate soberanista en la campaña vasca, señalando que no le gusta que «alguno lo oculte en palabras biensonantes» porque «alguno dice que apuesta por el derecho a decidir», pero no aclara «decidir qué».
«Porque los vascos llevamos decidiendo más de 30 años todo lo que afecta a la vida de nuestros ciudadanos», ha advertido López, que ha instado a que «si lo que quieren decidir es la independencia, que digan que apuestan por la independencia».
Por su parte, ha señalado que estará «en contra» porque «fractura» a la sociedad vasca, «rompe el país» y agravaría «todos los problemas, incluso los económicos». En este sentido, ha insistido en que sería «el peor negocio de nuestra historia, también en materia económica».
López ha asegurado que a los ciudadanos vascos lo que le preocupa son la economía y el empleo, mientras que el marco político aparece, en las encuestas realizadas, «muy abajo» entre las preocupaciones ciudadanas. «No dentro de las prioridades de la sociedad vasca. Está en las prioridades de los nacionalistas», ha subrayado.
A su entender, la propuesta del federalismo es «muy lógica». El lehendakari ha abogado por avanzar hacia el federalismo con una cámara territorial y «lealtad institucional».
De este modo, ha defendido que «un país descentralizado» como España necesita «lealtad institucional» porque «no puede ser que todos los viernes el Gobierno de España elabore decretos que invaden competencias y que ante cada conflicto de competencias prevalezca el criterio del Gobierno de España». Según ha indicado, «eso no es leal en un reparto competencial que permite a España ser un país plural, diverso, que reconoce sus singularidades y que debe preservarlas para ser más fuertes».
Además, ha abogado por «tener un órgano de encuentro entre comunidades» y transformar «de una vez por todas» el Senado en «una cámara territorial que permita, no sólo volcar nuestras pretensiones a las autonomías, sino corresponsabilizarnos de la gobernanza del conjunto del país». De este modo, ha apostado por «trabajar todos juntos» y no «unos contra otros».
A su entender, «no pasa nada» por reformar la Constitución, sino que sólo «hay que seguir los cauces para hacerlo» y, si «una mayoría» decide hacerlo, «sin ningún problema».
Por otro lado, se ha mostrado convencido de que el fin de ETA «no tiene marcha atrás» y ha apuntado que «ahora el tiempo en Euskadi es de asentar la convivencia, la concordia, de los distintos con derechos iguales» y de «desterrar focos de odios, de intolerancia, de rechazo al diferente», además de extender «valores éticos, democráticos de tolerancia y memoria».
SE RECONOCERÁ LA LABOR DE GOBIERNO VASCO
El candidato del PSE a la reelección ha augurado que la sociedad vasca va a reconocer «lo que ha significado el Gobierno socialista en Euskadi», pese a lo que indican los sondeos electorales, a los que no hace «mucho caso».
Tras los comicios de este domingo, ha reiterado que su partido no realizará «ningún pacto con Bildu», entre otras cuestiones porque en el terreno ético les separa «abismos». «Han sido incapaces de reconocer su responsabilidad en el pasado de sufrimiento en este país», ha añadido López, que ha señalado que «allá donde gobierna» es «la coalición del no».
Por otro lado, ha apuntado que, en la actual crisis, los presupuesto deben ajustarse en «la columna de ingresos», haciendo una reforma fiscal que permita tener recursos «suficientes» para garantizar el estado de bienestar y ayudar al tejido económico.
Además, ha reiterado su rechazo al copago sanitario porque «es un repago» y afecta a las personas «más vulnerables», y ha subrayado que en Euskadi se ha ahorrado «más dinero» con medidas como centralización de compras o uso de genéricos, que «recargando» el precio de las medicinas.
Del mismo modo, ha insistido en la necesidad de no aplicar recortes en educación y ha apostando por un sistema educativo público que «garantice una educación de calidad fuera de españolizaciones, vasquizaciones, acristiniamientos….».
A su entender, «la educación no tiene que servir para adoctrinar ideológicamente», sino para transmitir conocimiento y para «hacer ciudadanos libres, críticos y comprometidos con valores éticos y democráticos».
Finalmente, ha insistido en la necesidad de trabajar en un «gran pacto anticrisis». Por ello, ha propuesto dedicar el primer pleno del Parlamento a plantear medidas para combatir la crisis. Asimismo, ha asegurado que su Gobierno no deja «ninguna factura en el cajón» y Euskadi puede hacer frente a su deuda «con solvencia».
Estrella Digital/EP