La preocupación por lo ocurrido este jueves en el Madrid Arena donde tres chicas de 18 años perdían la vida tras ser aplastadas por una avalancha humana que se formaba en uno de los accesos al recinto ha llegado este viernes a la mesa del Consejo de Ministros. Este ha sido el primer asunto que la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha querido destacar en la rueda de prensa posterior a la habitual reunión ministerial. Según la portavoz gubernamental, al Ejecutivo de Mariano Rajoy no le temblará el pulso «para hacer lo que haya que hacer» y «cambiar lo que haya que cambiar» para que no se vuelva a producir una tragedia de «estas dimensiones».
En este sentido, Sáenz de Santamaría ha querido expresar su pésame a las familias de las tres jóvenes fallecidas y ha asegurado que hay una investigación en marcha que el Gobierno seguirá «muy de cerca». Para ello, ha pedido la colaboración de todas las instituciones que están implicadas en su esclarecimiento. «Primero hay que conocer lo que ha pasado», ha explicado la vicepresidenta, «y a continuación actuaremos», ha rematado. Según la ‘número dos’ de Rajoy, cuando el Gobierno cuente con todos los datos de los hechos, se planteará -«si es necesario», ha insistido la vicepresidenta- en «mejorar la regulación», que es lo que le compete al Ejecutivo.
Por el momento, la Policía continúa trabajando. Muchas son las incógnitas que aún están pendientes de ser aclaradas. Entre ellas, la responsabilidad de lo ocurrido. Hasta el momento, el Ayuntamiento de Madrid -en boca de su vicealcalde, Miguel Ángel Villanueva- y la empresa organizadora del macroevento -Diviertt S.L.- han asegurado cumplir con todos los requisitos reglamentarios. Tal y como explicó el Consistorio madrileño este jueves, no se produjo un exceso de aforo, tampoco hubo ningún problema con los accesos de salida y se cumplió a la perfección con las normas de seguridad establecidas. Un argumento, que a medida que avanzan las investigaciones, parace no sostenerse. Varios testigos, tal y como ha relatado ESTRELLA DIGITAL, se han quejado de la falta de controles a las puertas del Madrid Arena y de la multitud de asistentes al evento. «Nunca había visto a tanta gente y tan poco control, daba miedo», relataba a este diario Laura García, una de las jóvenes presentes en la trágica fiesta de Halloween que se celebró en la madrugada de este jueves en la capital.
Una línea de investigación en la que ya está trabajando la Policía. La autoridades manejan como causa de la estampida un cúmulo de tres factores que concurrieron de forma letal en el mismo momento: dos movimientos en tropel y sin control de entrada y salida que coinciden en el mismo pasillo, la entrada sin control de decenas y decenas jóvenes y el estallido de al menos una bengala. Tal y como informa Europa Press, una multitud considerable de personas accedió sin control al recinto del Madrid Arena para presenciar la actuación principal del DJ Steve Aoki, prevista para las 3.00 horas de la madrugada. Según han informado fuentes de la investigación, se produjo una avalancha de personas entre las cuales había muchas sin entrada y que aprovecharon el tumulto para acceder al recinto.
Estos dos movimientos de personas colapsaron zonas del Madrid Arena instantes antes del lanzamiento de efectos pirotécnicos como bengalas lo que desató el caos que dio lugar a la tragedia, según consideran estas fuentes. De hecho, la Policía Científica ya ha encontrado una bengala tras la primera inspección ocular del lugar practicada este viernes, añaden estas fuentes. Durante la macrofiesta en el Madrid Arena, el número de agentes privados de seguridad en el recinto era de 38 efectivos.
Posibles responsabilidades civiles
Un hipótesis que coincide con la esgrimida este viernes por el juez decano de Madrid, José Luis González Armengol, en una rueda de prensa improvisada en los Juzgados de Plaza Castilla. Tal y como ha denunciado el magistrado, en el Madrid Arena se «superó con creces lo legalmente permitido». Un hecho del cuál se podrían derivar «posibles responsabilidades civiles, tanto por parte de la empresa organizadora como subsidiariamente por parte de la Policía Municipal».
Armengol ha apuntado que, conforme a las fotos vistas en Internet, «el aforo de la fiesta ha podido superar con creces el permitido» y ha señalado que los jóvenes «estaban completamente pegados». De esta manera, ha llegado a afirmar que había «cuatro personas por metro cuadrado, es decir, una persona por baldosa».
Respecto a la investigación judicial, el decano ha señalado que puede ser «compleja» porque hay que analizar los testimonios relativos al tema de las bengalas, del que ha dicho que «ha podido ser un elemento causal fundamental». «Ha podido ser una concausa, es decir, un cúmulo de circunstancias», ha explicado. «La persona desalmada que lanzó la bengala ha podido propiciar las aglomeraciones», ha añadido después de apuntar que los mecanismos de evacuación «tienen que estar previstos desde el inicio». Es por eso por lo que ha insistido en que el tema fundamental en el que se está centrando el caso es en la «falta de seguridad», con la presencia en la fiesta de «menores de edad y más gente de la permitida legalmente».
De este modo, el juez decano de Madrid ha aseverado que se podrían desprender «responsabilidades civiles», siempre hablando desde la presunción de inocencia. «La primera de la empresa organizadora, y ya subsidiariamente de la Policía Municipal», ha añadido después de apuntar que existe la obligación de hacer las comprobaciones oportunas para ver si se cumplían las medidas de aforo. Es por eso que considera que podría haberse producido una «infracción muy grave en la Ley de Espectáculos».
Elsa S. Vejo