El Gobierno implanta en España la Formación Profesional Dual -por desarrollarse entre las empresas y los centros educativos- a imagen y semejanza del modelo vigente en Alemania. Una nueva experiencia formativa-laboral con la que el Ministerio de Educación y el Ministerio de Empleo quieren acabar con todos aquellos jóvenes que ni estudian ni trabajan. Los famosos ‘ninis’, tal y como los ha identificado la titular de Empleo, Fátima Báñez, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este jueves.
El objetivo, según el titular de Educación, José Ignacio Wert, es dar una opción «atractiva» a aquellos que no la encuentran en la vía académica. Así como también, tal y como ha explicado la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Saénz de Santamaría, acabar con el abandono escolar y equilibrar de una manera «coherente» la oferta y la demanda a las necesidades del mercado laboral. En definitiva, dar salida a todos aquellos jóvenes sin formación que actualmente engordan las listas del paro. Un millón, según la última Encuesta de Población Activa (EPA).
«No se trata de contratos basura», advierte Báñez
Por todo ello, el Gobierno ha dado luz verde al Real Decreto que desarrolla la figura del contrato para la Formación y el Aprendizaje, que se incluía en la Reforma Laboral, y que establece las bases de la Formación Profesional Dual. Una fórmula diseñada para jóvenes entre 16 y 30 años -aunque la edad máxima se rebajará a los 25 años en un futuro-, y con la que se obtendrá un «certificado de profesionalidad o bien un título de formación». Además, y tal y como ha explicado la ministra de Empleo, los trabajadores que sean contratados bajo esta nueva fórmula contractual tendrán la obligación de emplear parte de su jornada laboral a formarse, como mínimo el 25% de su tiempo durante el primer año, y el 15% en los siguientes. ¿Dónde? El Ejecutivo propone varias opciones: en los centros de formación profesional existentes, en los del sistema educativo general o la propia empresa si tiene un centro formativo homologado por el Inem.
«No se trata de contratos basura», ha advertido Báñez, sino de una fórmula que sea la idónea para buscar una mayor «eficacia y eficiencia de la empleabilidad de los jóvenes en España». «El objetivo es adecuar la formación a las necesidades de las empresas», ha rematado. Para ello, el Gobierno desarrolla una nueva forma de contratación, que tendrá una duración mínima de un año y máxima de tres años -que sólo podrá ser modificada por convenio colectivo a 6 meses-, y que contará con todas las garantías laborales. Es decir, tendrá la máxima protección social, incluida la cobertura por desempleo. En cuanto al sueldo, se fijará en proporción al tiempo de trabajo efectivo, de acuerdo con lo establecido en convenio colectivo. Aso sí, en ningún caso la retribución podrá ser inferior al salario mínimo interprofesional en proporción al tiempo de trabajo efectivo. Asimismo, las empresas también serán permiadas. Se bonificará el 100% de la cotización social a compañías de hasta 250 trabajadores o el 75% en las mayores. Además, si al terminar el contrato pasa a indefinido seguirá siendo bonificado, en mayor medida si beneficia a una mujer.
Se bonificará la cotización social a empresas que acepten este modelo
Tal y como se ha explicado este viernes, la nueva normativa aprobada por el Gobierno contiene dos partes bien diferenciadas. Una primera, que es la que atañe al ámbito laboral y es en la que se incluye el desarrollo del contrato para la formación y el aprendizaje. Y una segunda, que es la referida al ámbito educativo y que está inspirada en el modelo alemán y austriaco, según ha explicado Wert. En este sentido, y en lo que a Empleo respecta, se regulará un modelo alternativo a la educación reglada, que compatibiliza la formación con el trabajo, de manera que permite que un trabajador sin título pueda convalidar sus conocimientos con créditos de módulos de Formación Profesional de grado medio o superior. Mientras que Educación establece las bases de la Formación Profesional Dual en el sistema educativo, combinando los procesos de enseñanza y aprendizaje en la empresa y en el centro de formación. En este caso, los alumnos recibirán en las empresas al menos un 33% de las horas de formación de la FP dual, pero no serán remuneradas. Tal y como ha aclarado el ministro de Educación, el alumno sí podrá recibir una «beca salario» a cargo de la administración educativa o la empresa, o ser compartida entre ambas.
Elsa S. Vejo