El exministro del Interior Ángel Acebes ha asegurado ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu que se fue «totalmente tranquilo» de Bankia porque la auditora Deloitte nunca planteó objeciones ni reticencias a las cuentas de 2011, que pasaron de ofrecer unos beneficios de 305 millones de euros a unas pérdidas de 2.979, han informado fuentes jurídicas.
Acebes, que ha declarado durante 45 minutos como imputado en la causa en la que se investiga la fusión y salida a Bolsa de la entidad, ha indicado que en la Comisión de Auditoría celebrada el 26 de marzo el socio de Deloitte, Francisco Celma, ratificó cifra por cifra las cuentas que el Consejo de Administración aprobó dos días después.
El exsecretario general del PP, que fue consejero del Banco Financiero de Ahorros (BFA) entre julio de 2011 y abril de 2012 y presidente de la Comisión de Auditoría, ha contradicho al exconsejero de CCOO Pedro Bedia al señalar que, aunque Celma se refirió a la existencia de «cuestiones pendientes» en esas cuentas, no especificó que hubiera dudas en torno a la valoración de acciones del BFA en Bankia o los créditos fiscales de la entidad.
De hecho, Acebes ha explicado que el socio de Deloitte nunca planteó que existiera un deterioro contable de la entidad ni solicitó que se hiciera una mayor provisión de fondos. Según ha defendido, las objeciones que planteó la auditora se refirieron únicamente a que faltaba información sobre algunas de las siete cajas que formaron el grupo y que había que concretar cuestiones relativas a la integración informática.
Tras afirmar que en ningún momento tuvo conversaciones con representantes del Banco de España en las que fuera advertido de la falta de solvencia de la entidad, el compareciente ha explicado que su salida de Bankia se produjo al ser nombrado miembro del Consejo de Administración de Iberdrola. En los ocho meses que estuvo en la entidad financiera, percibió un total de 163.000 euros.
Querellado de «rondón»
El abogado de Acebes, Carlos Aguilar, ha señalado que la declaración ha ido «bien» y que su representado fue incluido en la querella de Unión, Progreso y Democracia (UPyD) «de rondón». De igual modo, ha subrayado que el exministro no formaba parte de la entidad cuando se reformularon las cuentas de mayo, cuando se aprobó la fusión de las siete cajas de ahorros que integraron la entidad ni cuando se llevó a cabo la salida a Bolsa.
A su salida del tribunal una veintena de afectados por la compra de participaciones preferentes han despedido al político ‘popular’ con gritos de «Bankia, Acebes, devuelve lo que debes» o «Bankia robando y el Gobierno ayudando».
También ha declarado el expresidente de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) Francisco Pons, que ha dicho que sustituyó a José Luis Olivas como vicepresidente del BFA con el objetivo de hacer de puente con la patronal valenciana y apaciguar las dudas que generaba la situación de Bancaja.
Según las citadas fuentes, Pons ha dicho que la reformulación de las cuentas estuvo motivada por el deterioro de la situación económica, al tiempo que ha destacado que con la entrada del nuevo presidente, José Ignacio Goirigolzarri, en mayo pasado, los consejeros se vieron obligados a dimitir.
A los 33 exconsejeros imputados, así como a Bankia y a BFA en calidad de personas jurídicas, se les atribuyen indiciariamente y de forma genérica los delitos de falsificación de cuentas, administración desleal, maquinación para alterar el precio de las cosas y apropiación indebida.
Estrella Digital/EP