Nadie se quiere mojar en el asunto de la supuesta desviación de dinero procedente de comisiones cobradas a través del Palau a cuentas que Artur Mas y Jordi Pujol supuestamente tienen en Suiza. Y el Ejecutivo menos aún. Existe un informe en el que se asegura que el presidente de la Generalitat tiene cuentas en paraísos fiscales, pero por el momento nadie se ha hecho responsable de él.
Ofrecer datos a este respecto, le llevaría al Gobierno a incurrir en un delito y por ello la única versión oficial posible sólo puede ser que se «investigue» lo que hay en estos momentos encima de la mesa. En primer lugar, la supuesta trama de corrupción y financiación irregular a CiU y CDC relacionada con el ‘caso Palau’. Y en segundo lugar, la presunta desviación de dinero que el actual presidente de la Generalitat, Artur Mas, podría haber hecho a supuestas cuentas que él tiene en paraísos fiscales que no están declaradas y cuyo origen parece injustificado. Sobre esta cuestión, y guardándose mucho de dar ningún nombre concreto, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha lanzado un aviso a navegantes: «Estamos en medio de un proceso de regularización fiscal y lo primero que corresponde a los que tengan cuentas no declaradas fuera, es declararlas. La semana que viene acaba el proceso».
Está claro que esta no es una cuestión baladí, y las múltiples preguntas que en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este viernes se han formulado al respecto han dado muestra más que evidente de ello. «Lo único que pide el Gobierno es que se investigue», ha sentenciado en reiteradas ocasiones la portavoz gubernamental en referencia al borrador de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF). «Cuando surgen asuntos de esta naturaleza y se pone encima de la mesa un informe como este, corresponde investigar, y hay que investigar dos circunstancias, la filtración de ese informe y de otro lado las acusaciones que de ahí surgen», ha explicado la ‘número dos’ de Rajoy.
Lejos de querer entrar en valoraciones sobre la veracidad de dicho informe, la vicepresidenta lo único que ha exigido es que se «investiguen todos los extremos» relacionados con el caso, y ha citado concretamente a Hacienda, a la Policía, a los jueces y a la Fiscalía. En este sentido, la portavoz gubernamental ha pedido a estas cuatro instancias que investiguen las dos circunstancias que a su parecer se desprenden de este caso. Por un lado la filtración, donde ha querido dejar claro que las filtraciones han existido en todas las legislaturas y ha asegurado que el Ministerio del Interior está trabajando en ello. Y en segundo lugar, las acusaciones que en este informe se vierten, como es el caso de las supuestas cuentas en Suiza de Mas y de Pujol. A este respecto, y sin nombrar explícitamente a nadie, la vicepresidenta ha recordado que es «obligatorio» declarar las cuentas fuera de España y que el tiempo se agota. Es más, la ‘número dos’ de Rajoy ha querido dejar constancia de que de no hacerlo supondría «defraudar al resto de los españoles».»En España no es que no se puedan tener cuentas en el extranjero, pero hay que declararlas, y la obligación de la Agencia Tributaria y del Ministerio de Hacienda es investigar esas cuentas», ha rematado la portavoz gubernamental.
El famoso borrador que supuestamente la Policía filtró al diario El Mundo, y que este viernes ya ha repartido entre toda la prensa, se ha convertido en el eje central de la campaña electoral en Cataluña. Tanto es así, que durante esta última semana no se ha hablado de otra cosa que no fuera este esto. Un agresivo cruce de acusaciones que ha permito al Gobierno autonómico y al central apartar del debate electoral todo lo relacionado, ya no sólo con la crisis económica y los recortes, sino también con la cuestión independentista. Ahora la principal cuestión no es otra que averiguar quién filtró este informe a la prensa -según el presidente de la Generalitat, el Gobierno de Mariano Rajoy como estrategia electoral- y en segundo lugar, determinar si lo que en él se dice es cierto y depurar responsabilidades. Lo que pase el domingo en las elecciones catalanes ya es otra historia.
Elsa S. Vejo