El presidente de la Diputación de Girona, Jaume Torramadé, ha decidido este lunes abandonar temporalmente el cargo tras haber hecho lo mismo al frente de sus cargos en UDC, aunque ha remarcado que «no se trata de una retirada, ni mucho menos de una dimisión».
En una carta enviada tras reunirse con sus compañeros de la corporación, ha comunicado que durante «unas semanas» tomará distancia respecto a la gestión diaria del órgano supramunicipal y como presidente de la intercomarcal de UDC en Girona, después de que una asesora democristiana de la Diputación le haya denunciado por acoso sexual, y él por extorsión.
Según Torramadé, ha tomado esta decisión con plena convicción, por el bien de la institución y de UDC, pese a dejar claro que esta distancia temporal no afecta el proyecto marcado con el partido, que sigue compartiendo y defendiendo.
También ha confiado en la justicia y en que termine pronto esta «cacería mayor, que se ha convertido en una lucha de poderes sin tapujos, en que las personas y sus sentimientos importan bien poco».
Tras destacar que está convencido de su inocencia porque «en ningún momento he perdido de vista los valores en los que he creído y sigo creyendo», ha agradecido las muestras de apoyo recibidas y ha destacado que, durante su trayectoria política, nunca ha reprochado conflictos personales a nadie.
Torramadé, que también es alcalde de Salt, seguirá al frente del ayuntamiento y ha aclarado que la controversia generada ha sido, exclusivamente, con una persona vinculada a UDC y a la Diputación de Girona, y en ningún caso del ámbito municipal.
Estrella Digital/EP