Científicos del Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa de Barcelona han logrado desentrañar el mecanismo utilizado por el VIH para penetrar en el sistema inmunitario, un trabajo pionero a nivel mundial en el que también han conseguido bloquear dicha entrada y evitar la propagación del virus. El investigador Icrea Javier Martínez-Picado, que ha liderado el trabajo junto a Nuria Izquierdo-Useros, ha explicado a Europa Press que la importancia del estudio radica en que han descubierto un mecanismo nunca descrito con anterioridad con un potencial todavía difícil de imaginar, pero que presumiblemente permitirá diseñar en un plazo de diez años un fármaco capaz de bloquear la transmisión del VIH dentro del cuerpo humano.
Uno de los principales escollos que han encontrado los investigadores hasta la fecha es que los 20 fármacos utilizados actualmente contra el VIH no son capaces de eliminar del todo la presencia del virus del organismo, ya que éste es capaz de alojarse en el interior las células dendríticas –guardianes del sistema inmunitario– y servirse de éstas para propagar e infectar los tejidos linfáticos.
El equipo del IrsiCaixa ya identificó este año la molécula que se sitúa encima de las células dendríticas, una mezcla de un lípido y un azúcar, y en la investigación presente ha conseguido la cuadratura del círculo al describir la molécula de la célula dendrítica que se asocia con el glucolípido y sirve de vía de entrada a su interior.
«Teníamos la llave y ahora tenemos la cerradura», ha resumido Martínez-Picado, que ha dado el enigma por resuelto porque los científicos también han logrado bloquear la entrada a través de moléculas derivadas de los azúcares y otros anticuerpos, lo que permite pensar en el fármaco que sea capaz de evitar la infección.
«Los virus dejan de entrar y dejan de dispersarse. Es como poner silicona en la cerradura para que no entre la llave», ha precisado el investigador, que ha recordado que este mecanismo no se conocía, ya que el foco estaba situado en la infección del sistema linfático y no en el vehículo que llevaba el virus hasta el mismo.
Martínez-Picado, que ha recordado que la investigación se publica en la revista ‘PLoS Biology’ y ha sido posible por la colaboración con la Universidad de Heildelberg (Alemania) y la de Lausanne (Suiza), ha destacado que ya han iniciado el cribado de millones de compuestos químicos mediante simulación informática con la intención de avanzar en el diseño de un nuevo fármaco.
NO ES VACUNA
El fármaco «no está pensado como una vacuna», ha reconocido, aunque sí permitirá abrir nuevas líneas de investigación porque su utilización en fases tempranas de la infección, o incluso en forma de crema preventiva, podría evitar el contagio.
El reto, no obstante, continúa siendo enorme y Martínez-Picado ha constatado que el diseño de un fármaco se dará en la próxima década «en la mejor de las situaciones» –ya llevaban diez años investigando para los resultados publicados este martes–, dado que el VIH tiene múltiples trucos para evadir el sistema inmunitario.
El mecanismo descubierto, adicionalmente, podría servir para frenar la propagación de otros virus que actúan de forma similar, como el es caso del htlv-1, que provoca leucemia.
Martínez-Picado ha aprovechado también para reivindicar el nivel de la investigación en España y la importancia de mantener la inversión pública en este campo, ya que lo contrario acarreará el «retroceso» de muchos trabajos que están dando sus frutos, ha destacado.
El IrsiCaixa, creado en 1995, está impulsado conjuntamente por la Obra Social La Caixa y la Consejería de Salud de la Generalitat de Cataluña, y lleva a cabo el Proyecto de Investigación de la Vacuna del Sida Hivacat con la colaboración del Hospital Clínico de Barcelona y laboratorios Esteve.
Estrella Digital/EP