El presidente de FAES y expresidente del Gobierno, José María Aznar, ha avisado este martes del riesgo que conlleva el «deterioro prolongado» que están sufriendo las clases medias en España como consecuencia de la crisis económica y que, ha advertido, puede alimentar que «se difunda una sospecha general sobre todo y sobre todos, dañando el vínculo de lealtad entre instituciones y ciudadanos».
En la presentación del libro ‘El arte de emprender’, escrito por Raúl Díez Canseco, exvicepresidente de Perú y fundador de la Universidad San Ignacio de Loyola de Lima, el expresidente Aznar se ha referido a todo lo que entiende que «no es aceptable» en la democracia española, entre lo que ha citado que haya políticos que «no pueden ejercer su tarea con libertad y sin presiones» y también aquellos que «dicen hacer política y lo hacen sin honradez ni transparencia».
«Es insano que se quiera impedir que gobierne quien tiene la legitimidad y debe hacerlo», ha continuado Aznar, «que se quiera hacer del Estado de derecho un espectáculo que es lo contrario de la ejemplariedad, que se difunda una sospecha general sobre todo y sobre todos dañando el vínculo de lealtad entre instituciones y ciudadanos»
Aznar también ha arremetido contra quienes «abiertamente» declaran su voluntad de «destruir la nación», aquellos que, ha denunciado sin citar a nadie en concreto, «utilizan las mismas instituciones cuya legitimidad niegan para promover la secesión».
Apoyo a las clases medias
En un discurso en el que ha defendido que las instituciones faciliten el emprendimiento, Aznar ha hecho una defensa cerrada de las clases medias, advirtiendo que «sin clases medias ni hay estabilidad ni hay progreso ni emprendimiento». «Esos sectores», ha dicho sobre las clases medias, «deben sentir su importancia, que sus esfuerzos sean reconocidos». «Fortalecer las clases medias es absolutamente central», ha enfatizado Aznar, que ha pedido que se les reclame un «esfuerzo justo».
Aznar, que ha evitado atender a un nutrido número de periodistas que al comienzo y a final del acto le han intentado preguntar sin éxito sobre su valoración de guerra de Irak cuando se cumplen diez años desde el inicio de la intervención militar que contó con el apoyo del Gobierno que él presidía, ha cerrado su intervención solicitando que las instituciones «reaccionen».
«Deben hacerlo las instituciones que tienen un mandato político», ha comentado antes de apostillar que «hay que restaurar la ejemplaridad, la transparencia y el valor de las leyes, en cuya pérdida se encuentra el origen último de nuestra crisis».