El extesorero del PP, Luis Bárcenas, se sienta este viernes ante el juez de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, para dar cuenta de su periodo al frente de la gerencia y de la tesorería del Partido Popular. En concreto será preguntado por los 14 folios manuscritos, publicados por el diario El País, en los que se detalla la supuesta contabilidad secreta de los ‘populares’ durante casi 20 años: sospechosas donaciones de empresarios, algunos de ellos relacionados con la trama Gürtel, y el posterior reparto de dinero a algunos de sus dirigentes entre los años 1991 y 2008. De hecho, esta será la primera vez que será interrogado por esta causa. Hasta el momento, el juez Ruz sólo había interrogado a Bárcenas por sus cuentas en Suiza. Tal y como se desprende de la transcripción literal de la declaración del extesorero a la que tuvo acceso eldiario.es, el pasado 25 de febrero, el titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 no preguntó al extesorero por los documentos de El País.
No sería hasta dos semanas después, y para sorpresa de muchos, cuando Ruz decidió actuar sobre estos ‘papeles’ y abrir una pieza separada con dichos documentos para investigar la posible financiación ilegal del PP. El motivo: un informe de la Unidad de Delincuencia Económica y Financiera (UDEF) de la Policía en el que se vincula el ‘caso Gürtel’ con los denominados ‘papeles de Bárcenas’. Según este informe policial, existen al menos tres coincidencias entre ambos casos, dos de los cuales afectan al presunto número 2 de la trama, Pablo Crespo, y al constructor Alfonso García Pozuelo. En base a estas pesquisas, el magistrado Pablo Ruz solicitó el pasado 15 de marzo al PP, al Tribunal de Cuentas y a la Agencia Tributaria que en el plazo de cinco días le hicieran llegar toda la documentación contable y bancaria referida a las donaciones recibidas por la formación conservadora entre 1990 y 2011. Por parte del PP, ya se dejó constancia cuando se presentó la auditoria interna elaborada por Carmen Navarro que la formación no almacenaba documentación anterior a 1995.
En paralelo a esta vía, en concreto tres días después de que el juez Ruz asumiera esta investigación, el magistrado del 11M, Javier Gómez Bermúdez, abrió la suya propia sobre este mismo asunto tras recibir en el Juzgado Central de Instrucción número 3 una querella de Izquierda Unida contra los empresarios y políticos que figuran en la contabilidad de Bárcenas. En este caso, Gómez Bermúdez da un paso más adelante y además de la información sobre las cuentas y donativos del PP, pide al Ministerio de Hacienda que le envíe toda la información de la que disponga sobre los contratos firmados por las compañías de los empresarios donantes o sus filiales con las administraciones públicas. Es más, Bermúdez también amplió la lista de citados en la causa. Mientras Ruz reclamó la presencia en los juzgados de los dos extesoreros del PP (Bárcenas y Lapuerta), el director de El País, Javier Moreno, y el exdiputado, exsenador y expresidente del PP en Vigo, Carlos Mantilla. Gómez Bermúdez también incluyó a los diez supuestos donantes del PP contra los que se dirigía la querella de IU y otros cuatro colectivos sociales. Resultado: estalla la batalla judicial más mediática de los últimos tiempos.
Dos jueces y un destino: investigar la supuesta financiación ilegal del PP
El pasado 20 de marzo, y en vista de la imposibilidad de que dos juzgados investiguen la misma causa, Gómez Bermúdez solicitó a Ruz que se inhibiera a favor de su Juzgado y entregara toda la causa al entender que no hay conexión entre este asunto y el ‘caso Gürtel’ y, por tanto, no hay razón para que se quede con el asunto. El que fuera el instructor del 11M justificó su auto en la necesidad de «evitar dilación o duplicidad en la instrucción de la causa» y recordó que, tras recibir la querella de IU, él incoó diligencias seis días antes de que Ruz abriera una pieza separada del ‘caso Gürtel’ para investigar estos hechos. Una decisión que tomó aún a sabiendas de que el apoyo mayoritario lo tenía Ruz. La Fiscalía ya se había pronunciado a favor de este último. No obstante, la última decisión será de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, que dirimirá quién se queda finalmente con el caso.
Mientras tanto, ambos han seguido con sus planes hasta este jueves. Tal es así, que este miércoles se vivió un hecho insólito en lo que al derecho procesal respecta. Luis Bárcenas había sido citado este viernes para declarar por el mismo asunto ante dos jueces diferentes. Estaba previsto que respondiera primero a las preguntas del magistrado encargado de instruir el ‘caso Gürtel’ -a las 10.00 horas- y, a continuación -alrededor de dos horas después- se sometiera al interrogatorio de Gómez Bermúdez. Una actuación inexplicable recurrida por la Fiscalía Anticorrupción que ha obligado a la Sala de lo Penal a reunirse este jueves y tomar una decisión de urgencia. Tal y como ha aclarado la Sección Segunda de la Audiencia Nacional (compuesta por Ángel Hurtado, Enrique López y Julio de Diego) no es una decisión sobre el fondo del asunto, pero por lo pronto, Gómez Bermúdez no podrá interrogar a Bárcenas este viernes. El tribunal ha acordado la «suspensión cautelar» de esta comparecencia, al considerar que no tiene la «reconocida urgencia» que requiere la ley en casos de conflicto de competencia entre dos jueces.
Así pues, Luis Bárcenas sólo tendrá que declarar ante el responsable del Juzgado Central de Instrucción número 5, Pablo Ruz, a las 10.00 h. Y a continuación, una hora y media más tarde, lo hará el también extesorero ‘popular’ Álvaro Lapuerta. Asimismo, el extesorero aún tiene pendiente someterse a una nueva prueba caligráfica. Según los peritos policiales, la que hizo delante del fiscal el pasado 6 de febrero no es válida puesto que retorció su propia letra para desfigurarla. Tal y como publicó El País, la Fiscalía Anticorrupción iba a pedir al juez Ruz que inste a Bárcenas a «someterse a un nuevo dictado de palabras, frases y guarismos que le detallará un experto policial». Podría ser que este viernes se aclare este asunto también.
La pugna judicial salta la barrera política
Además, y pese a la teórica división de poderes en democracia, el enfrentamiento entre los dos magistrados por la investigación de estos ‘papeles’ ha saltado al campo de la política. Este jueves, el vicesecretario de Organización del PP, Carlos Floriano, aseguraba estar «perplejo» con la situación. «Esto no dice nada bueno para la Administración de Justicia. Creo que el único que puede salir beneficiado de esta cuestión es el presunto delincuente, el presunto responsable. Yo imagino que la misma perplejidad que nos produce a nosotros, producirá a la inmensa mayoría de los ciudadanos», decía en una entrevista en Antena 3.
No obstante, esta guerra llegó este miércoles incluso a impregnar la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados, donde los dos principales partidos dejaron claras sus preferencias. «Nos preocupan las actuaciones de la Fiscalía Anticorrupción sobre la supuesta contabilidad secreta del PP, actuaciones que entorpecen el proceso de investigación y buscan apartar del caso a Javier Gómez Bermúdez», le dijo el diputado socialista Alex Sáez al ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, quien no dudó en defender férreamente la independencia de la Fiscalía. Ningún partido ha hablado abiertamente de sus intereses en este caso, pero este cruce de reproches fue muy representativo. Las preferencias del PSOE por Gómez Bermúdez y del PP por Ruz son más que evidentes. Y por ello, es más que probable que la suspensión del interrogatorio de este viernes de Bermúdez a Bárcenas haya sido bien recibido en Génova.