El ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, ha asegurado en el Senado que el hecho de que España tenga en la actualidad la generación más preparada de su historia es «irrelevante», durante su comparecencia, a petición propia, del PSOE y de ECP, ante la Comisión de Educación para explicar el proyecto de Ley de Mejora de la Calidad de la Educación (LOMCE)
«Nos gusta a veces recrearnos en esta idea de que tenemos la generación mejor preparada de la historia, que es cierto, pero es básicamente irrelevante –ha señalado–. Porque esa generación mejor preparada de la historia y, evidentemente, con la universalización de la Educación Obligatoria, que es algo que este país no había tenido en ningún momento histórico anterior, simplemente ese factor le da verosimilitud y veracidad al aserto que se trata de la generación mejor preparada de la historia. Pero insisto, esa no es la herramienta de comparación o la medida que tenemos que utilizar. Tenemos que compararnos con aquellos entornos con los que van a competir los jóvenes españoles».
Además, ha definido la educación como «el motor más importante de las economías y las sociedades» porque es «la nueva riqueza de las naciones». En este sentido, ha subrayado que la riqueza radica en «la cantidad de talento político» y que en el proceso educativo «se juega la suerte de una sociedad como cuerpo político y conjunto económico, se juega el progreso y la equidad, así como el lugar que va a ocupar en la economía de la globalización».
Motor de crecimiento
«La educación es el motor más potente de crecimiento económico y de crecimiento sostenible y equitativo e integrador –ha insistido–. Estimular el rendimiento produce ingentes beneficios sociales, mejora el espíritu colectivo, algo de lo que estamos tan necesitados en nuestra sociedad: volver a creer en nosotros mismos».
Así, ha asegurado que la LOMCE busca, en última instancia que España ocupe un lugar de privilegio en esta escalera de valor a través de una «mejora determinante de su situación educativa». Para ello, ha explicado que la reforma se centra en cinco pilares fundamentales y también ha advertido de que ninguna reforma educativa tiene resultados inmediatos.
El primer pilar es, según ha dicho, la garantía del derecho a la educación y la permanencia del alumno en el sistema. Wert ha subrayado que una cuarta parte de los jóvenes sale del sistema sin las herramientas para desenvolverse de una forma «mínimamente digna», para poder adquirir ni siquiera la condición de adultos.
Fracaso colectivo
«Es un fracaso colectivo. No se puede achacar ni a un marco normativo deficiente ni sólo a una gestión deficiente, ni solo a los actores. Es un fracaso de toda la sociedad, no hay que diluir las culpas. Lo importante es coincidir en que ésta es una situación insostenible», ha reconocido el ministro.
El segundo pilar, tal y como ha relatado, es la flexibilidad del sistema, entendida como la posibilidad de transitar por una vía alternativa y «dignificada» a la vía académica convencional, para elegir el itinerario en función de los intereses y necesidades de los alumnos. En este sentido, Wert ha añadido que el factor más importante que explica el abandono escolar temprano es la «falta de atractivo de la formación técnico profesional».
Mientras, ha apuntado que el tercer pilar se centra en la competencia de los centros y una mayor autonomía, que «exige también una mayor exigencia de rendición de cuentas y responsabilidad». No obstante, ha precisado también que los docentes «no son los dueños del proceso educativo» y, por ello, sentencia que «es necesario crear cauces de participación» porque la Educación es «un proyecto de país en el que toda la sociedad debe participar».
«Tenemos confianza máxima en los docentes, pero claro que entendemos que las pruebas externas también evalúan a los docentes y a los centros. Los profesores no pueden ser diferentes a otros profesionales sometidos a medidas de eficiencia y productividad», ha sentenciado el ministro, que añade que se trata e una medida «q en beneficio de ellos. También son un estímulo para los estudiantes.
El cuarto pilar, según ha explicado, son las evaluaciones, para garantizar unos mínimos de homogeneidad que sean comunes a todo el sistema. «Esto no tiene nada que ver con la imputación de ser una reforma recentralizadora. No lo es. El espacio de maniobra que se da a las comunidades autónomas no es inferior a la anterior. Pero sí queremos cierta homogeneidad», ha añadido.
Por último, ha definido el quinto pilar como el equilibrio, porque es «una reforma orientada a los restos del siglo XXI, un sistema educativo que apunte a corrección de las debilidades del sistema y a los casos de éxito internacionales».
La oposición
En respuesta, la senadora de Entesa pel Progrés de Catalunya (EPC)María Jesús Sequera García ha lamentado que la LOMCE sea un sistema «enfocado a mejorar resultados estadísticos y que giran en torno de la empleabilidad en lugar de centrarse en la formación del individuo» y ha denunciado que «el articulado de la ley no tiene nada que ver con su preámbulo».
Por su parte, el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Vicente Alberto Álvarez Areces, ha afirmado que se trata de una ley «cargada de ideología conservadora» y que «trata de desmantelar el sistema público». Además, añade que el Gobierno, «de manera irresponsable, quiere romper el pacto educativo de la transición».
Por ello, Álvarez Areces ha pedido a Wert que «retire la LOMCE» y recuerda que «así lo pide la mayoría de la sociedad española». Finalmente, ha advertido de que se trata de «un sistema segregador» que «va a estigamatizar a muchos alumnos».
Asimismo, la portavoz del Grupo Mixto, Amalur Mendizabal Azurmendi, ha querido insistir en el «rechazo mayoritario que está obteniendo» este proyecto de Ley y ha apostado por un sistema «basado en la equidad». Mientras, la senadora del Grupo Parlamentario Vasco Rut Martínez Muñoz ha pedido al Ejecutivo que «deje» a las comunidades que están teniendo buenos resultados y asegura que «las pruebas a las que ya es sometida la educación en el País Vasco están muy por encima de las que pueda hacer su Ministerio».
Por último, el portavoz del Grupo Parlamentario Catalán en el Senado Ramón Arturo Lloan ha calificado de «vergüenza» la elevada tasa de paro juvenil y pone el foco en el hecho de que España está «perdiendo talento después de haber invertido en su formación», en relación a quienes se van a otros países en busca de trabajo.