El presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, ha asegurado que cree en la existencia de una «guerra sucia del Estado» contra Cataluña, de la que él mismo cree que ha sido objeto, y ha añadido que el objetivo inicial de esa campaña fue alterar el resultado de las elecciones catalanas del año pasado. A su juicio, la actitud del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, es «desconcertante» y ha lamentado que nadie haya dimitido ni asumido responsabilidades al respecto por los supuestos informes de la Udef sobre cuentas en Suiza a su nombre y al de Jordi Pujol.
Preguntado por el exsecretario general de CDC Oriol Pujol, Mas ha defendido que no renuncie a su escaño en el Parlamento catalán tras su imputación en el caso de la presunta concesión irregular de estaciones de ITV, para evitar así perder «el sentido de la justicia y la reparación».
En una entrevista en Rac1 recogida por Europa Press, ha expresado su seguridad de que se criticaría a Pujol hasta que no dejara todos sus cargos, pero que entonces se cometería «un error muy grave porque se estaría perdiendo el sentido de la proporción y la justicia».
«Es muy peligroso que se imponga el argumento de que, aunque sea injusto se haga igualmente, porque así se rompen temas básicos de una sociedad democrática», ha advertido.
Para Mas, tanto Oriol Pujol como otros imputados en distintos casos, como el exnúmero dos del PSC Daniel Fernández, han asumido «niveles de responsabilidad más grandes de los que se asumen en otras partes de España».