Lucía Figar ignora las propuestas de la plataforma «Ni un cole menos» y llevará a cabo de forma unilateral el cierre de hasta doce colegios públicos de infantil y primaria en Madrid. Tras comprometerse el pasado 5 de marzo a estudiar las iniciativas de la plataforma para evitar la desaparición de los centros, la consejera de Educación no dio respuesta y se limitó a anunciar en el Pleno de la Asamblea de Madrid del pasado jueves 11 de abril, que su plan sigue marcha porque la alternativa de la plataforma «no es viable económicamente».
Sin embargo, desde el AMPA del colegio infantil Verbena de Leganés, uno de los centros afectados debido a la baja matriculación, denuncian a ESTRELLA DIGITAL «grietas» en los argumentos a los que se acoge la Comunidad de Madrid. «En los dos últimos cursos ha bajado el número de matrículas pero para recuperarlas solo hay que adoptar una medida que además es gratuita: restablecer las adscripciones que los centros de infantil perdieron hace años«.
Avalados con cerca de 25.000 firmas, después de varias movilizaciones, encierros y lo más importante, la presentación de soluciones a «coste cero», la AMPA de Verbena considera que Figar ha tomado su decisión sin «consenso» y de forma tajante. Creen que con su única respuesta en el parlamento regional demuestra que la consejera «no solo no ha valorado las propuestas sino que parece que ni siquiera las conoce».
Hace varios años la Comunidad de Madrid eliminó las adscripciones de los centros de infantil a colegios de primaria, y Verbena cree que eso es lo que ha provocado el descenso del número de matrículas y por lo que el Gobierno regional ha decidido cerrar el centro. El AMPA de Verbena y la ‘Plataforma por el modelo de educación infantil’ de Leganés han insistido en que el simple restablecimiento de la adscripción a otros centros de primaria sería suficiente para que los niveles de matrícula volvieran a sus máximos. Es decir que, recuperar las adscripciones devolvería la confianza a los padres porque garantizan la continuidad de escolarización de los niños en otros centros de educación primaria.
Lucía Figar cierra colegios públicos mientras abre concertados
Por eso, la «sorpresa mayúscula» ha llegado hace apenas unos días. El pasado 12 de abril en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid publicó un decreto sobre la libertad de elección de centro escolar en la región y que rescata de nuevo las adscripciones. Desde la ‘Plataforma por el modelo de educación infantil’ de Leganés, denuncian que «resulta especialmente llamativo lo que el decreto regula sobre la adscripción porque en todo momento las AMPAS se han dirigido a la Consejería explicando que la adscripción es la solución de continuidad en la escolarización que las familias necesitan para poder elegir Verbena y Valle Inclán sin temores e incertidumbres que los ponen en desventaja con respecto a otros centros». Y es que a pesar de que se recuperan las adscripciones, la solución para salvar los colegios, Figar se mantiene firme en su decisión de cierre sin ofrecer explicaciones detalladas.
Según Virginia Fernández, portavoz de UGT Madrid, la estrategia que lleva a cabo el Ejecutivo regional desde hace varios años consiste en «trasladar la población de la pública a la privada», es decir desmantelar la educación pública madrileña. Cree que la «lucha tan fuerte» a través de numerosas movilizaciones por parte de las familias de los alumnos, de las AMPAS y de las distintas plataformas «demuestran que el sistema está funcionando bien» y revela «una insensibilidad tremenda por parte del Gobierno regional».
Eso es lo que también creen representantes del AMPA del colegio Verbena, y explican que detrás del hermetismo de Lucía Figar se esconde la intención de deteriorar el sistema de educación público, acabar con los centros de educación infantil para convertirlos en guarderías, es decir darle un carácter más asistencial y menos educativo. Y al mismo tiempo, abren nuevos centros concertados: «El centro concertado que se abrió el año pasado en Leganés costó 30 millones de euros el suelo que le regaló el ayuntamiento y las clases tampoco están llenas».
«Quieren acabar con todos los centros de infantil que no sean de 0 a tres años. Además, hay centros de 0 a tres años que ya se los han dado en concurso a empresas como Eulen o Ferrovial, que no tienen ninguna trayectoria en el mundo de la educación, por lo que seguramente ganarán los concursos por motivos exclusivamente económicos», añaden.
Marina García-Rico