«Nunca he eludido mi responsabilidad. Cumpliré con ella, con mi conciencia, con mi partido y con mi país». Esta fue la declaración con la que el expresidente del Gobierno, José María Aznar, dio respuesta a los periodistas que este martes le insistieron en una entrevista concedida a Antena 3 sobre su vuelta a la política en caso de «darse circunstancias extremas». Y no hizo falta mucho más para hacer saltar las alarmas en el Palacio de la Moncloa y en el número 13 de la calle Génova. Los cimientos de ambas sedes temblaron. La guerra, sin duda alguna, está servida. Los rumores de división sobre Bárcenas, el aborto o el déficit asimétrico son ahora considerados un bálsamo inofensivo al lado de la bomba que este martes programó el máximo dirigente de FAES. Nadie sabe cuándo la activará, pero un importante sector ‘popular’ ya teme que la explosión cree una grieta de división interna similar, sino más profunda, a la que se pudo ver en el pasado Congreso de 2008 en Valencia. Y esto es precisamente a lo que temían en la sede nacional horas antes de que Aznar se sentara en un plató de televisión y en ‘prime time’.
Aznar está allanando el camino a un «nuevo mirlo blanco» al que está dispuesto a apadrinar
Como ya explicó este martes ESTRELLA DIGITAL, la dirección del Partido Popular y Aznar no coordinaron la estrategia que se seguiría en la entrevista. En Génova, siguieron como meros espectadores más este acontecimiento mediático. Y eran conscientes de que las sorpresas también eran posibles. A estas alturas, no era un secreto para nadie que Mariano Rajoy y su mentor no tenían ninguna relación, y que la política puesta en marcha por el actual Ejecutivo no convencía al expresdiente del Gobierno. Pero lo que nadie podía esperar es que utilizara su reaparición televisiva para poco más que presentar una nueva candidatura a la dirección del Partido Popular. Pero, ¿de verdad es posible la vuelta de Aznar a la vida pública? Esta es la pregunta que más ha sonado este miércoles en los corrillos del Congreso de los Diputados. Las opiniones a este respecto, divididas. Hay un sector que intenta minimizar esta posibilidad, asegurando que la intención de Aznar no es otra que llamar la atención. Muchos bromean con la pregunta retórica de si alguna vez se marchó, pero lejos del chiste no se atreven a aventurar mucho más.
No obstante, también existe otro sector ‘popular’ -cercano al expresidente- que ha asegurado a ESTRELLA DIGITAL que la entrevista de este martes no fue más que una estrategia del sector ultraliberal del partido de anunciar tormenta. Estas fuentes aseguran que en absoluto José María Aznar piensa en volver a la primera línea de la política, sino que está allanando el camino a un «nuevo mirlo blanco» al que está dispuesto a apadrinar. ¿El primer objetivo? debilitar al máximo el poder de Mariano Rajoy dentro del partido. ¿Cómo? intentando provocar un proceso de primarias similar al propuesto por Esperanza Aguirre. Estas fuentes aseguran que en el PP, y especialmente entre sus militantes y votantes, hay un sector muy descontento con la gestión de Rajoy. Reclaman, al igual que hizo Aznar, una bajada de impuestos inmediata y un nuevo proyecto que consiga aunar al partido. Pero, ¿quién sería capaz de cumplir con este objetivo? Este es actualmente el secreto que con mayor recelo se guarda.
Por el momento, lo único que han confirmado a este diario fuentes del partido es que Aznar no va a ser. «Él no se va a quemar. Está bien con la vida que lleva actualmente», han explicado las mismas fuentes. Pero sí que tiene un tapado al que esperará a presentar en el momento adecuado. Según las fuentes consultadas, dentro del partido hay quien piensa que Rajoy no saldrá vivo de esta legislatura y que ése sería el momento en el que Aznar aprovecharía para mostrar su poderío. Ya en territorio de la rumorología, pero sin ser una confirmación firme, se habla de Esperanza Aguirre como su propuesta de liderazgo. Podría parecer que ambos nunca guardaron una relación estrecha, pero en momentos adversos sí han demostrado ir de la mano. Lo hicieron en Valencia, en 2008, cuando intentaron usurparle a Rajoy el poder en el PP por la espalda. Y podrían estar preparando una estrategia similar en esta ocasión. Por el momento, y tal y como han publicado algunos medios, entre ambos ya han existido encuentros privados.
Entonces no consiguieron los avales suficientes. Por eso, en esta ocasión proponen cambiar el mecanismo de elección interna. Esta es su baza para hacerse con el control. Las primarias abiertas sería la propuesta de ambos. Rechazan la elección a dedo y proponen que el candidato sea elegido libremente por las bases, donde si duda, la expresidenta de la Comunidad de Madrid y el propio José María Aznar, arrasan en popularidad. No obstante, el nombre de la expresidenta madrileña no es el único que suena en las quinielas de posibles candidatos a ser «el mirlo blanco» de Aznar. El vicepresidente del Grupo Popular Europeo (PPE-DE), Jaime Mayor Oreja, podría ser otro de los señalados. De hecho, no debemos ovidar que en una de las primeras guerras internas que surgieron en el PP, tras la victoria de las elecciones generales, por el famoso ‘caso Bolinaga’, una de las alianzas que más sonó fue la de Aguirre y Mayor Oreja, claros opositores a la excarcelación del secuestrador de Ortega Lara que el Gobierno de Rajoy permitió. Éste fue el primer choque de trenes entre ambos bandos al inicio de la legislatura.
Así como tampoco debemos de olvidar a algunos ‘barones’ autonómicos, actualmente en pie de guerra con Rajoy por el déficit asimétrico. Entre los nombres que suenan con más fuerza está el del presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera. Obviamente, el delfín de Aguirre en la Comunidad de Madrid, Ignacio González, ha dejado bien claro no verse dentro del círculo después de posicionarse en contra de la primarias. «Las primarias son un invento de Zapatero y del PSOE. Provocan un caos dentro de la organización. El PSOE sólo alude a ellas cuando tiene conflicto, con un objetivo, saber quién manda». Esto es lo que González piensa del mecanismo de elección de la que hasta hace escasas fechas era su jefa. La misma postura que ha defendido la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, que ha rechazado cualquier proceso de elección interna que no sea el que ha imperado hasta el momento. Movimiento, con el que el actual presidente madrileño ya se ha posicionado en esta guerra interna.
Aún así, el candidato sigue siendo la gran incógnita en toda esta gran estrategia. Algunos señalan a Aguirre, pero otros no descartan que ella también tenga un tapado y su única intención sea también apadrinar a un candidato. Si será el mismo que el de Aznar o no, no lo sabemos, pero de lo que ya no cabe duda es que comparten estrategia: echar a Rajoy y liderar, puede que en la sombra, un nuevo proyecto basado en la recuperación de los pactos de la Transición.
Elsa S. Vejo