«En el año 86 tuve que viajar a Londres para abortar y no me avergüenzo de ello, me enorgullezco. Tuve que hacerlo porque mi país no me protegía, era muy joven y sencillamente no quería tener un hijo, tuve suerte porque tenía dinero».
Con el testimonio de la actriz Natalia Dicenta ha arrancado la campaña contra la reforma del aborto del ministro Alberto Ruiz Gallardón en el que participan más de 50 personalidades del mundo de la política, el periodismo, los sindicatos y asociaciones.
Reunidas en el salón de actos del hotel Ateneo de Madrid han presentado el vídeo ‘¿Quiénes son las mujeres que abortan?’. Una pregunta surgida a raíz de las declaraciones de la diputada del PP Beatriz Escudero, quien aseguró el pasado 8 de mayo en el Congreso que «las estadísticas demuestran que las mujeres que abortan son las que menos formación tienen». Esta campaña no sólo da respuesta a la diputada, a Gallardón y al Gobierno, también defiende los derechos sexuales de la mujer y rechaza la modificación de la ley sobre el aborto.
«A estas alturas estamos muy hartas de tanta misoginia, no queremos ser tuteladas por el Estado ni por la Iglesia. Nadie tiene derecho a decirnos lo que tenemos que hacer con nuestro cuerpo y nuestra vida», ha explicado Natalia, que también ha querido dejar claro que «tomar esa decisión no es ir en un yate de lujo, que no lo piense nadie, es una decisión difícil y supone un conflicto interno, pero es una decisión que tenemos que tomar nosotras».
Aunque por el momento la reforma es una incógnita y el Ejecutivo evita dar explicaciones sobre ella, sí hay dos cosas claras: por un lado se pondrá fin al sistema de plazos y volveremos a la de los supuestos y por otro, desaparece la posibilidad de que las menores de 18 años puedan abortar sin el consentimiento de sus padres. Sin embargo, Gallardón pretende ir más allá y afirma que «jamás» se podrá abortar por razón de discapacidad.
La plataforma lo tiene claro y su intención es frenar cualquier retroceso en la ley. Consideran que el aborto con restricciones o sin ellas seguirá existiendo, en los peligros de la clandestinidad o en el extranjero. Por eso, quieren proteger a las mujeres y ampararlas dentro de un marco legal que permita que puedan interrumpir su embarazo en condiciones seguras.
Elena Valenciano, vicesecretaria general del PSOE, poco después de de enfrentarse a Gallardón en la sesión de control al Gobierno de este miércoles ha intervenido en el acto y ha insistido en que «las leyes del aborto se crearon para evitar la clandestinidad y dar seguridad a las mujeres». La líder socialista está convencida de que la reforma «se puede parar» y asegura que «la sociedad española no está dispuesta a que jueces, médicos, ministros y abogados decidan por las mujeres». «Decidir nos hace libres y hemos decidido hace tiempo que decidimos nosotras», ha subrayado.
Para Almudena Fontecha, miembro de UGT, ha definido la reforma como «misógina, machista, clasista y moralista». Asegura que dentro de la «modalidad ideológica» que defiende ella y la plataforma «tienen cabida todas las mujeres, también las que no quieren abortar».
Y entre todas las mujeres se encontraba el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, que también ha participado en la campaña y en el vídeo. «Treinta años de democracia para tener una ley decente», ha sentenciado. Se ha referido a Gallardón como «el gran inquisidor» que «amenaza con la reforma» y que quiere acabar con una ley que «no solo reconoce el derecho, también es una ley de salud sexual, no es una ley del aborto».