Es ya una «recomendación» histórica de Bruselas: reformar «profundamente» el sistema español de impuestos. Pero hasta el momento, el Ejecutivo de Mariano Rajoy había preferido retrasar el debate. No hay nada decidido, y mucho menos aún se piensa en hacer anuncios inminentes a este respecto, pero lo cierto es que algo se mueve ya en La Moncloa. «El Gobierno trabajará en una reforma tributaria completa para reordenar el sistema retributivo. Se han hecho muchas reformas parciales. Esta será una reforma completa e integral para buscar un sistema tributario justo». Esta ha sido la respuesta de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, cuando se le ha preguntado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros sobre las nuevas recomendaciones que hizo Bruselas esta semana a cambio de flexibilizar el déficit.
A estas alturas no es un secreto para nadie que el Ejecutivo Comunitario cree que el sistema tributario español está obsoleto. Por ello, en sus últimas «recomendaciones» -que conviene aclarar que son de obligado cumplimiento- ya propone una solución: rebajar las cotizaciones sociales y compensar la pérdida de ingresos con un aumento del IVA. Y en eso está el Gobierno español. Según ha explicado Santamaría, hay que estudiar cómo se tratan el IRPF y las cotizaciones sociales «para ganar competitividad». «Esto requerirá un trabajo muy arduo y muy amplio, hablamos del sistema de ingresos de nuestro país», ha advertido la portavoz gubernamental. Bruselas exige que haya cambios en este sentido antes de marzo de 2014, pero el Gobierno sólo se atreve a hacer referencia a «un horizonte» no inmediato.
Hasta el momento, no se había hablado claramente de una reforma en este sentido, pero desde los Ministerios de Economía y de Hacienda ya se barruntaba desde hace un tiempo. Ahora, el anuncio político ya está hecho, y con él el Ejecutivo espera calmar los ánimos durante un tiempo. Aunque no cuenta con mucho margen. El Gobierno ‘popular’ no contempla una nueva subida de impuestos en próximas fechas, pero tampoco descarta nada. La puerta queda abierta. El debate no es nuevo, es más, dentro del Partido Popular es uno de los más encarnizados de los últimos tiempos, pero las respuestas concretas quedarán supeditadas a las cifras con las que acabe España 2013.
Sáenz de Santamaría se ha apresurado a aclarar que la tarea de subir impuestos «no ha sido la más grata» para el Ejecutivo, pero sí que ha vuelto a apelar a la necesidad y la herencia recibida para dejar constancia de que este incremento no se hubiera producido de no ser por el desfase de 30.000 millones de déficit público con el que se encontró el PP cuando llegó al Ejecutivo. En este sentido, Santamaría ha recordado que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se ha comprometido a revertir «algunas» de estas subidas, especialmente la del IRPF, «cuando sea posible». Esta es la senda que precisamente marca Bruselas, pero añade una coletilla aún más controvertida para compensar: subidas de tributos indirectos como IVA, los Impuestos Especiales o la tributación medioambiental.
¿La labor ahora de Rajoy? hacer equilibrismos e intentar contentar a los dos sectores que más presión están ejerciendo ahora sobre su Gobierno. Por un lado Bruselas, y por otro lado el ala más conservadora y ultraliberal del PP, capitaneado por José María Aznar y Esperanza Aguirre. Ambos exigen cambios inmediatos, pero en direcciones opuestas.
Elsa S. Vejo