La Agencia Tributaria sostiene en un informe remitido al juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz que el extesorero del Partido Popular (PP) Luis Bárcenas «puede ser titular» de activos depositados en cuentas de Estados Unidos, Nassau (Bahamas) y Montevideo (Uruguay) a las que habría transferido fondos, así como «socio» de sociedades que aparecen como destinatarias de las transferencias.
El documento, al que ha tenido acceso Europa Press, recoge que de la última comisión rogatoria enviada por las autoridades suizas se deduce que Bárcenas, que llegó a acumular 47 de millones de euros en dos bancos de Ginebra, tiene participaciones «en una serie de sociedades que nunca han estado incluidas en sus respectivas declaraciones de IRPF y Patrimonio» aunque será necesario conocer la información sobre las mismas y otras cuentas o propiedades inmobiliarias en el extranjero para valorar las «contingencias fiscales» que podrían derivarse de esta situación.
Respecto de la regularización fiscal que Bárcenas realizó al cierre del ejercicio de 2012 a través de la sociedad Tesedul, la Agencia confirma que su declaración tributaria especial fue «inveraz», por lo que «no surte efectos de regularización de la situación tributaria ni penal» del antiguo responsable de las finanzas ‘populares’.
«Las responsabilidades fiscales se duplicarán»
El organismo tributario, que resume en su informe los depósitos en efectivo o por transferencia que Bárcenas hizo entre 2001 y 2008 en el Lombard Odier de Ginebra y los rendimientos que obtuvo, señala que su patrimonio en esta entidad (25,5 millones de euros) tiene «un importe similar» al que tenía el Dresdner Bank (22 millones), por lo que «previsiblemente las responsabilidades fiscales se duplicarán».
El informe, realizado por la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) en el marco del ‘caso Gürtel’, analiza las tres cuentas sucesivas que Bárcenas tuvo en el Lombard Odier a nombre de las sociedades Nevis, Sinequanon y Tesedul y que fueron nutridas de fondos por dos que se llamaban ‘Ranke’ y ‘Obispado’ y una tercera que estaba a nombre de la mujer de Bárcenas, Rosalía Iglesias.
Estos depósitos, según la Agencia Tributaria, arrojan «unos saldos estimados de patrimonio en valores, unos rendimientos de los mismos en concepto de dividendos e intereses e ingresos en efectivo y por transferencia que no han sido declarados en su totalidad a la Hacienda Pública, lo que supondrá necesariamente un incremento en las contigencias fiscales y en las responsabilidades del imputado Luis Bárcenas por los Impuestos sobre el Patrimonio e Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas de todos los ejercicios no prescritos».
En concreto, el informe refleja que el antiguo responsables de las finanzas del PP realizó en esta entidad bancaria depósitos en efectivo o por transferencia por valor de 252.424 euros (2001), 65.000 (2002), 1.110.000 (2003), 1.379.000 (2004), 796.000 (2005), 100.000 (2006), 700.000 (2007) y 89.000 euros (2008).
En cuanto a los rendimientos de sus cuentas, ascendieron a 276.253,93 euros (2003), 292.690,56 (2004), 357.010,99 (2005), 677.902,66 (2006), 690.398,71 (2007), 858.140,90 (2008), 702.039,55 (2009), 649.524,73 (2010), 768.360,61 (2011) y 360.725,99 euros (2012).
La cuenta de su esposa
Las notas de visita elaboradas por los empleados el Lombard Odier, reflejadas en el informe, desvelan que a lo largo del año 2006 se sucedieron las visitas de Bárcenas al banco, al que acudía frecuentemente acompañado por su familia. «En alguna se indica que va a aportar dinero a la cuenta de su esposa y en otras, que la visita la realiza con su esposa, que es titular de una cuenta», señala la ONIF.
En esta documentación también se explica que Bárcenas abrió la cuenta en 1999 por su íntima amistad con otro cliente de la entidad cuya identidad no ha sido facilitada. «El señor Bárcenas es definido como un profesional independiente, economista relacionado con la promoción inmobiliaria en España», dice la Agencia Tributaria antes de señalar que el banco suizo le describe «como una persona muy simpática pero muy precisa sobre las tasas y comisiones y que controla su correspondencia y extractos hasta los últimos detalles».
El informe advierte finalmente que la «urgencia exigida» por el juez instructor Pablo Ruz para su elaboración a partir de «una extensa documentación no traducida» hace que su contenido deba entenderse «con todas las cautelas inherentes a las condiciones en que se elabora debiendo en todo caso considerarse sus conclusiones como provisionales y salvo error u omisión».