Varios policías que participaron en la búsqueda de los niños Ruth y José el 8 de octubre de 2011 ven «extraña» la desaparición de los pequeños en el Parque Cruz Conde de Córdoba y en la que, a su juicio, José Bretón «no colaboraba» para contar «todo lo que había hecho y cómo», además de «no facilitar» datos a la hora de poner la denuncia sobre los hechos. De hecho, un agente ha declarado que Bretón incurrió en «numerosas contradicciones» sobre la aparición de la hoguera o el relato de los hechos, entre otras.
En concreto, durante la séptima sesión en la Audiencia Provincial de Córdoba, que ha comenzado sobre las 10,05 horas y ha contado con un receso a las 11,50 horas, los policías han coincidido en que la desaparición «no era normal, sino extraña», de modo que aunque al principio alguno de ellos creía su versión del parque después veían que «algo fallaba». Por este motivo uno de los agentes cree que les estaba «mintiendo» y fueron a la finca «a ver si los tenía escondido allí» para hacerle «una jugarreta» a su mujer. Horas después a la desaparición rastrearon en la finca en un montón de arena y pensaban que los había matado, según ha declarado un agente.
En este sentido, uno de los agentes ha detallado que Bretón colaboraba por momentos para facilitar las llaves de su coche o de la finca, pero no colaboraba en explicar qué había hecho con los pequeños, con un relato que ofrecía «contradicciones» como que en un principio dijera que había estado en la finca con sus hijos en el coche durmiendo, si bien después dijo a los agentes que había hecho la hoguera y en ella había quemado «recuerdos» de su mujer e incluso «algún animal, gatos o cosas así».
Además, cuenta que Bretón precisó que había aparcado el coche de un modo que costaba que salieran sus hijos y después «cambió de versión» o no sabía cómo los había sacado del coche para dirigirse luego al Parque Cruz Conde, a lo que el agente ha añadido que el acusado dijo que había quedado el día 8 de octubre para comer con una persona, que la misma negó a la policía tal hecho, según ha declarado el agente.
«Total falta de interés» por la desaparición de sus hijos
Los agentes que atendieron a Bretón cuando puso la denuncia han detallado que su estado era «totalmente tranquilo», mientras que estaba acompañado de otra persona, su cuñado, «alterado, nervioso y en estado de ansiedad patente», y Bretón estaba «haciendo comentarios que resultaban extraños», como que tuviera que «arreglar un aparato eléctrico» y su cuñado le dijo que pensara en los niños.
Al poner la denuncia, el agente dice que el acusado tenía «falta de comunicación, porque no expresaba los hechos realmente» y «total falta de interés», cuando un denunciante que ha perdido a sus hijos «viene en estado de ansiedad y desasosiego». Además, otro agente ha precisado que «nunca ofreció un relato de hechos continuado, se quedaba corto en la explicación, hablaba cosas generalistas y vagas de lo que había pasado».
Igualmente, han indicado que era una persona «fría y calculadora a la hora de contestar» y «hablaba como si fuera una máquina», ha señalado uno de los agentes, que precisa que «era como si no fuera con él la desaparición» y asevera que había «preguntas que no sabía contestar y no sabía cómo se habían perdido» sus hijos.
Otro agente, que acudió para coordinar los trabajos por la desaparición, creía que era un caso «típico» de los que se producen, pero al ver al acusado que «en ningún momento los buscaba activamente», sabía que «no era una desaparición normal», además después de escuchar el relato y que «nadie» había visto a los niños. Tras acudir a la finca horas después de los hechos, los agentes vieron que la hoguera «estaba como caliente» y Bretón les dijo que había estado «quemando recuerdos» de su mujer y «papeles».
El agente cuestionó al hermano de Bretón por qué se estaba buscando a los niños en la finca y no en el parque, pero «estaba entre la espada y la pared y no sabía por qué estábamos buscando en la finca», al tiempo que ha insistido en que la hoguera «no se removió» y «nadie sacó nada».
Cuchillos, cinta y una cuerda en el maletero
Por su parte, otro de los agentes que acudieron al parque, ha explicado que en el recinto «había gente, pero no mucha», dice que le preguntó a Bretón «30 veces» por cómo era posible que no estuviera preocupado por sus hijos, repitiendo la misma versión que en un principio el agente creyó, pero «después vi que algo fallaba», ha matizado, para precisar que en el maletero del coche hallaron cuchillos, cinta y una cuerda, que los agentes pidieron analizar «para ver si había restos de sangre». En la finca, le cuestionó al acusado que si estaban allí era para que lo detuvieran, sino no estarían en la parcela, porque «no era lógico» que él no pidiera buscar en otras zonas.
La decisión de ir a la finca se produjo tras el interrogatorio con el acusado, pues, «ante las respuestas que daba no teníamos nada más por dónde tirar», ha explicado uno de los seis agentes que han declarado este martes, quien relata que Bretón «en un principio no dijo que había estado allí», pero después sí. Cuando encontraron la hoguera que «estaba caliente», le preguntaron por la misma y «ante la exigencia de más información» sobre qué había hecho con los niños «titubeaba, eran muchas dudas», por lo que los agentes les dijeron que no creían que «hubieran salido de la finca, sino que les había hecho algo malo a los niños y que lo íbamos a averiguar», momento en el que Bretón «agachó» la cabeza.
Los indicios llevaban a que los niños no habían salido de la finca
Asimismo, han destacado que Bretón se acordaba de hechos de días atrás, pero «del día en concreto no daba información real» y «hablaba mal de la familia materna», hasta el punto de atribuir «la desaparición» a «las malas relaciones con la familia materna» de los niños, si bien «no puso reparos» en buscar en la finca, en la que «fue colaborador», pero, «veíamos muchas contradicciones y cosas que no eran normales», han recalcado los agentes, quien advierten que tuvieron que «encontrar la hoguera para decir que había estado quemando».
La agente con la que ha concluido la sesión de este martes de unas tres horas y que participó en la reconstrucción de los hechos ha declarado ante las nueves mujeres y dos hombres del jurado y el juez Pedro Vela que «todos los indicios» llevaban a que «los niños no habían salido de la finca».