La propuesta de la secretaria general del PP en Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, para poner fin al desafío soberanista catalán ha caído como un jarro de agua fría en la dirección nacional del partido. Revisar en profundidad el modelo de financiación de Cataluña otorgándole un estatus especial similar al del País Vasco y Navarra, limitando la solidaridad y reconociéndole una singularidad, no es una opción que bareje ni el Gobierno de Mariano Rajoy ni la dirección nacional del Partido Popular. Y así lo ha hecho saber este lunes en rueda de prensa María Dolores de Cospedal: «El principio de solidaridad sigue siendo un principio básico para el PP de toda España», ha aclarado la ‘número dos’ de Rajoy en Génova.
Minutos antes de su comparecencia, varios barones del PP ya se habían levantado en armas contra la propuesta de Camacho. El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, por su ejemplo, ha advertido de que pedirá que se «consulte» a los madrileños sobre qué régimen de financiación quieren si alguien tiene la «tentación» de pedir o conceder un «régimen fiscal a la carta». «Si alguien tiene la tentación de dar un régimen fiscal a la carta, nosotros desde Madrid pediremos que se consulte a los madrileños también para ver qué régimen quieren desde el punto de vista de la financiación porque tienen derecho con el esfuerzo que están haciendo y el agravio que están recibiendo», ha señalado González.
En vista del revuelo despertado por Sánchez-Camacho, a Cospedal no le ha quedado más remedio que calmar los ánimos y tratar de restar importancia a las declaraciones de la dirigente ‘popular’. «El Gobierno intentará el máximo consenso en el nuevo modelo de financiación autonómica, que no ocurra lo que en el modelo de Zapatero. El modelo pasa por la solidaridad. Pero estamos todavía en el proceso», ha insistido Cospedal en varias ocasiones, ante la retahíla de preguntas formuladas este lunes por los periodistas. En ningún momento ha tomado partido explícito por ninguno de los barones autonómicos que se han pronunciado en esta causa -«hasta la fecha todo lo que hay son opiniones», ha reiterado en numerosas ocasiones- pero lo cierto es que la posición del PP nacional parece clara al respecto: máximo consenso y solidaridad. Estas son las líneas maestras desgranadas por Cospedal, y que por el momento parecen alejadas de las de Camacho.
Este lunes, la dirección nacional ha invitado a la dirigente catalana al Comité de Dirección con la intención de acercar posturas y detallar una estrategia conjunta para hacer frente al proceso secesionista que tiene pensado emprender Artur Mas en Cataluña. De ella sólo se ha obtenido un acuerdo: crear un grupo de trabajo. Aunque las líneas maestras aún no se han consensuado. Los ‘populares’ catalanes insisten en la «singularidad» de Cataluña, mientras que la dirección nacional opta más por la «igualdad de todos los españoles». Y parece que el acuerdo se antoja complicado. «El PP es un partido nacional que representa, con mucho orgullo, el interés general», ha zanjado Cospedal.