«Aconfesional, laico y bla, bla, bla». Así recuerda @_Delincuente lo que le contaron sobre lo que era España y ahora critica la Ley Wert. @FacEdEnfurecida avisa: «Hoy muere la educación pública, el mismo día en que la pobreza alcanza a tres millones de personas».
El descontento por esta reforma a la ley de educación se ve en las redes convirtiendo #LOMCE en Trending Topic. Pero no sólo ellos. La mayoría de los grupos de la oposición en el Congreso de los diputados han reiterado su rechazo al proyecto de Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) y han advertido al ministro de Educación, José Ignacio Wert, de que ante esta «falta de consenso», el texto normativo «nace muerto».
La Ley Wert propone agentes privados para regular la enseñanza pública. Suprime Educación para la Ciudadanía y aumenta las horas de Religión. Elimina Selectividad, y 4º de la ESO por un 1º de Bachillerato que obliga al alumno a redirigirse a FP o a la universidad. También segrega por sexos, quita poder al profesorado. Un profesorado que ve como los maestros de inglés se eligen a dedo y no por oposiciones.
Además se les exige trabajar más horas con un 10% más de alumnos por clase.
Las Administraciones con lenguas cooficiales también tienen su propia cruzada con Wert. Él continúa adelante con la tarea de «españolizar». Persigue que las administraciones paguen colegios privados para los alumnos que no tengan cerca de casa un colegio en castellano. Deja la lengua cooficial a la altura de la Educación Física y controla el 65% de los contenidos escolares. Y todo esto por el módico precio de 60 millones de euros.