Un año después de la tragedia de Madrid Arena, las familias de Rocío Oña, Cristina Arce, Katia Esteban, Belén Langdon y María Teresa Alonso siguen buscando justicia. Cinco niñas murieron en la celebración de Halloween en el recinto del Madrid Arena y, aunque por el camino han caído muchas figuras políticas y cargos de confianza del Ayuntamiento de Madrid, aún se sigue buscando determinar quiénes fueron los responsables.
El primero en caer fue el delegado de Economía, Empleo y Participación Ciudadana, Pedro Calvo. Presentó su dimisión el 14 de noviembre de 2012 después de que el juez que investiga el caso, Eduardo López Palop, le citara como imputado. El portavoz municipal era presidente de la empresa Madrid Espacios y Congresos, responsable de la gestión del pabellón Madrid Arena.
Villanueva explicó que la avalancha se produjo por el lanzamiento de una bengala y negó el exceso de aforo
Días después, el 21 de noviembre, Ana Botella destituyó al consejero delegado de Madridec, José Ángel Rivero, y al director gerente, Jorge Rodrigo. Las razones, su falta de confianza después de que saliera a la luz un e-mail en el que se conocía que Diviertt S.L, la empresa de Miguel Ángel Flores, tenía la exclusiva de la organización de fiestas en el Madrid Arena, a pesar de que el Ayuntamiento había negado en reiteradas ocasiones un trato de favor hacia el empresario.
El 9 de enero, la alcaldesa de Madrid forzó la salida del Gobierno de su número dos, Miguel Ángel Villanueva. El vicealcalde de Madrid explicó en una rueda de prensa un día después del trágico suceso que la acumulación de jóvenes en el pasillo de acceso y salida al recinto se produjo por el lanzamiento de una bengala y negó el exceso de aforo. Luego se confirmó que la bengala fue lanzada 20 minutos después de que se produjera la avalancha. Sus palabras, que daban por buena la versión de Miguel Ángel Flores, le costaron el puesto.
Aquella noche, los servicios de emergencia de Madrid estaban desbordados y sus sistemas de comunicación inutilizados temporalmente. La delegada concejal de Seguridad y Emergencias, Fátima Núñez, máxima responsable del Samur, presentó su dimisión el mismo día que Villanueva dejó el cargo.
El sustituto de Pedro Calvo, Enrique Núñez, decidió retirar temporalmente de su cargo a la directora de operaciones de Madridec, María de la Cabeza Quirós. Tras lo sucedido en el Madrid Arena, se descubrieron numerosas irregularidades en otros espacios de titularidad municipal. Además, después declararía que perdonó una de las deudas de Diviertt S.L. con la empresa municipal por no funcionar el aire acondicionado en uno de los eventos organizados.
El último en caer fue el delegado de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Antonio de Guindos, el 4 de febrero de este año. Presentó su dimisión “irrevocable” después de ser imputado. Fue la tercera dimisión política.
Todos se lavan las manos
Muchas dimisiones pero ninguna respuesta. Han pasado 365 días y la sensación de los familiares de las víctimas no ha cambiado. Nadie ha pagado aún por lo sucedido. El Ayuntamiento de Madrid, desde un primer momento, responsabilizó a Diviertt de lo sucedido: “El suceso ha tenido lugar por causas ajenas a la infraestructura, condiciones y seguridad del recinto. Todo lo que tiene que ver con permisos, seguros y condiciones de celebración del evento son responsabilidad exclusiva del cliente”, señalaba en un comunicado.
La defensa de Flores anuló la única prueba, ocho urnas que contienen las entradas que se vendieron, porque “habían sido manipuladas”
Miguel Ángel Flores, organizador de la fiesta, es una de las principales figuras en el punto de mira. Ha declarado en dos ocasiones, pero el juez ha rechazado su envío a prisión, a pesar de que le apuntan como el principal responsable por vender más entradas de las permitidas. La defensa del empresario anuló la única prueba, ocho urnas que contienen las entradas que se vendieron, porque “habían sido manipuladas”. Además, alegó que la Policía Municipal de Madrid permitió un macrobotellón en las inmediaciones del recinto y que los jóvenes se colaron en masa. Las imágenes recogidas por las cámaras de seguridad desmontaron su teoría.
El empresario ha concedido un año después de la tragedia una entrevista al diario El Mundo en la que declara que “no es el único responsable” y carga contra la alcaldesa, a la que ha interpuesto una demanda por “no asumir sus responsabilidades y desviar toda la responsabilidad al promotor”. Asegura que los contratos con la empresa de limpieza y de Seguriber, encargada de la seguridad en el macroevento, eran una imposición del Ayuntamiento. Además, acusa a Seguriber de manipular las imágenes de las cámaras del vomitorio donde ocurrió el suceso y se defiende diciendo que cuando organizaba un evento en un espacio público daba por hecho que tenían las correspondientes licencias.
En la investigación del caso, llevada a cabo por el juez Eduardo López Palop, hay 24 imputados y 42 testigos, y gira en torno al exceso de aforo y la apertura de la puerta de acceso a la pista. Pero también existen otros puntos en la investigación, como la contratación del doctor Simón Viñals para prestar servicio sanitario en la fiesta ‘Thriller Music Park’, que fue expedientado por el Colegio de Médicos de Madrid por haber ejercido la profesión “sin estar capacitado”.
La indignación de las familias es patente. El próximo jueves han convocado una vigilia en las puertas del Madrid Arena a las 23.00 horas para rendir homenaje a las “Cinco Estrellas”, el nombre propuesto por la madre de Cristina Arce para el pabellón. Cinco jóvenes perdieron la vida debido a las irregularidades cometidas por aún no se sabe quién.