Se acabó la fiesta, el cierre de espacios nocturnos está a la orden del día. La crisis económica, la subida del IVA, las nuevas normativas para evitar el ruido, superar el límite de aforo o carecer de licencias son las causas que contribuyen a echar el pestillo a los locales nocturnos de la capital.
En la actualidad, es el IVA el que se sitúa a la cabeza, «ha provocado que se pague un 162% más en un sector que después de cinco años de crisis el recorte en consumo es muy notable», declara a ESTRELLA DIGITAL Vicente Pizcueta, director de comunicación de ‘Noche en Madrid’.
Estos fenómenos han cerrado en el último año 4.500 empresas del sector de las 24.700 que había en España en el año 2008. En concreto, en la Comunidad de Madrid, «el retroceso de la actividad turística de este verano ha sido salvaje. La cifra de cierre es del 18%, casi una de cada cinco empresas de este sector han desaparecido», sostiene Pizcueta.
Ahora le toca el turno a salas míticas como La Sal, Orange Café, Clamores, Nasti, Rockitchen o Sala Stella, todas ellas del entorno madrileño, que se han visto obligadas a sellar sus puertas. Pero es «un goteo constante, todos los fin de semanas se cierran locales a nivel de barrios o periferias», afirma el directivo de ‘Noche en Madrid’.
PRONOCHE, ACCES, Noche en Madrid, La Noche en Vivo y ASSAC, han comenzado una protesta para denunciar las terribles consecuencias que acarrea soportar un IVA al 21% desde su entrada en vigor en septiembre del 2012. Bajo el nombre ‘Salvemos la Noche’, las asociaciones luchan contra el Gobierno. Tras el éxito obtenido en las redes sociales y en los locales de ocio el 21 de cada mes, el pasado lunes 21 de octubre se trasladaron a la puerta del Ministerio de Hacienda para forzar una reunión urgente con el fin de analizar la situación del sector y la amenaza que supone para España. «En estos momentos las empresas del ocio y la cultura trabajan exclusivamente para recaudar IVA para Hacienda y son inviables económicamente», afirman desde Noche en Madrid.
«Las empresas trabajan exclusivamente para recaudar IVA para Hacienda y son inviables económicamente»
‘La Sal’, ‘Nasti’ o el ‘Festival de Electónica’, son víctimas de la implantación de dicho impuesto. Sufren la persecución de un gasto que no pueden soportar y les ha llevado a la quiebra. No hay igualdad para todo el sector porque la actividad turística y hostelera disfruta de un IVA reducido, excepto la sección de ocio y tiempo libre. «El decreto del IVA está premiando una interpretación muy restrictiva para el sector del ocio y espectáculos porque nos corresponde un IVA reducido, del 10%, como al resto del sector hostelero», manifiesta Pizcueta.
Escándalo público
La ‘Sala Rockitchen’ de Madrid, que en los últimos años ha sido muy conocida por la organización de conciertos, ha decidido dejar de hacerlo tras recibir una orden de cierre de tres meses del Ayuntamiento de la capital por repetidas denuncias vecinales a causa del ruido que genera. Como consecuencia, la dirección de la sala, «acuciada y hastiada de tanta persecución», no ofrecerá ningún concierto más porque la suspensión de varios meses supone muchas pérdidas económicas.
Superar el límite aforo
Vender más entradas de las permitidas supone un peligroso e ilegal beneficio para los dueños de los locales pero una inspección policial puede terminar con el cierre de dichos espacios, una medida que le ha afectado a la Sala Stella, entre otras. El pasado julio la Policía Municipal de Madrid precintó la sala tras una llamada de socorro de un asistente que no podía salir. Con un aforo para 219 personas, en el recinto bailaban 840.
Desde la tragedia en el Madrid Arena hace un año, la administración tiene un cierto nerviosismo y eso se traduce en rigurosas inspecciones a todos los locales de recreo nocturno. El director Pizcueta asegura que «tenemos una asignatura pendiente a nivel nacional y es la actualización de la normativa porque paradójicamente el aforo no se regula exclusivamente con criterios de seguridad sino también con motivaciones urbanísticas y aplicaciones de normativas que pueden llegar a ser desde 1935». «En el último año “se ha actuado con cierta precipitación por la crisis funcional que provocó el Madrid Arena».
Carecer de licencia de discoteca
La falta de licencia como discoteca es otra de las causas del cierre de locales de ocio nocturno. Este es el caso de la emblemática sala ‘Orange Café’, muy frecuentado por el ambiente universitario. La discoteca y sala de conciertos de la calle Serrano Jover, no disponía de la licencia adecuada. El local era uno de los pocos de la ciudad donde se podía disfrutar todavía de actuaciones en directo.
«La solución a este problema es, a parte de la reducción del IVA, concienciarnos de la importancia turística y estratégica que tiene el ocio para Madrid y España».