El exdirigente de CDC y exeurodiputado de CiU Ignasi Guardans ha asegurado que los Mossos serán los primeros que impondrán el orden constitucional en caso de una consulta ilegal o que se proclame una declaración unilateral de independencia, a la que no ve valor jurídico aunque abriría un conflicto político.
«Los Mossos son los primeros que tendrán que detener a un alcalde que decida desobedecer. Lo harán los Mossos, no tendrá que venir la Guardia Civil, porque son policías vocacionales, que en su conjunto cumple, ha jurado y obedece la ley», ha exclamado en una entrevista de Europa Press quien abandonó CDC en 2010 por discrepancias con el partido, y pasó a ser director general del Instituto de Cinematografía y de las Artes Audiovisuales del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
La opinión de Guardans contradice las declaraciones del actual conseller de Empresa, Felip Puig, que en 2010, siendo titular de Interior, afirmó que el cuerpo catalán estará al servicio de la Generalitat si se prohíbe la consulta.
Para Guardans, una consulta ilegal o una declaración unilateral derivaría en un conflicto constitucional y político, con posibles efectos penales y hasta de suspensión de parte de la autonomía, como las competencias en orden público.
Sin embargo, ha descartado un escenario de violencia militar, alegando el Estado tiene muchos otros mecanismos para actuar, y porque, a su juicio, los Mossos obedecerán la legislación española: «¿Alguien se imagina a un jefe de los Mossos obedeciendo una orden ilegal? Los Mossos no obedecerán órdenes contra la ley».
También ha aprovechado para restar todo valor jurídico a una declaración unilateral, comparándola «con la independencia de Cartagena», y ha advertido de que, en el mejor de los casos, del proceso soberanista se saldrá con una reforma constitucional que dejará a mucha gente frustrada y con una reordenación del mapa político catalán.
Guardans también ha lamentado que en Catalunya se escuchen determinados discursos en catalán que, en su opinión, si se hicieran en castellano serían propios de la Legión: «Hay un determinado tipo de discurso patriotero que si se hace en castellano solo se escucha a gente de la Legión, pero si se hace en catalán se respeta».
Según Guardans, se ha entrado «en una dinámica propia de otros tiempos de ‘Patria o Muerte’, al argumentar que a todo aquel que pregunta o expone sus dudas sobre el proceso soberanista se le acusa de ir en contra de Catalunya.
A su juicio, Mas se ha metido en un callejón sin salida y no ha calculado bien sus fuerzas, las del partido ni el impacto que tendría sobre la sociedad, por lo que ha cometido «una serie de errores que aún no han terminado, y que están haciendo daño al país».
«Se cree una especie de Moisés», ha lamentado Guardans, quien está convencido de que otros miembros de CDC discrepan del rumbo de Mas, al que ha acusado de arrastrar a los catalanes a una dinámica impulsada por el partido que se lo llevará por delante, así como a la federación y puede que a Convergència.
Congreso de 2008
Aunque cree en la conversión de Mas al independentismo, ha revelado que, en el congreso de CDC de 2008, el ahora presidente de la Generalitat pidió que no se votara una enmienda por el Estado Propio porque estaba «en contra» y con el argumento de que la opinión pública y los medios no lo entenderían.
«Puede que durante un tiempo no supiera si estaba dentro o fuera del armario, pero hoy sí creo que es independentista. Y se equivocan los que aún hoy en Catalunya, en el mundo empresarial y otros, siguen creyendo que Mas hace teatro para conseguir otra cosa», ha advertido.
En relación al líder de UDC, Josep Antoni Duran, cree que le temblaron las piernas al plantar cara y que llega tarde.
«Duran es un obstáculo a la independencia y al independentismo de CiU», ha aseverado Guardans, quien ha sostenido que la estrategia del democristiano puede salirle bien o suponer que UDC acabe siendo un partido extraparlamentario o su muerte definitiva.
¿Cómo se ve desde Europa?
Según Guardans, nadie en Europa se cree que Catalunya quiera separarse de España «y proclamar de repente la independencia como Kosovo o de Alsacia, en Georgia», y lo enmarcan en un problema interno en el Estado que debe resolverse en su seno.
Al preguntársele si estaría dentro de la UE tras una declaración unilateral, Guardans ha asegurado que Catalunya se convertiría «en un trozo de España que seguiría estando en Europa, con un problema político, porque para quedar fuera sería necesario que se reconociera su independencia, y ningún país de la UE lo hará».
Sobre la iniciativa de configurar desde Catalunya lista unitaria europea de los partidos favorables al ‘derecho a decidir’, ha vaticinado que podría obtener un diputado, lo que en su conjunto conllevaría que los catalanes perdieran peso en Europa ante su representación actual.