El expresidente del Gobierno José María Aznar ha afirmado este jueves que se queda «más tranquilo» cuando el actual presidente, Mariano Rajoy dice «que la unidad de España no es negociable y que no se va a abrir un proceso de reforma constitucional que en el fondo es un proceso constituyente» que cuando responde diciendo «hoy llueve mucho». «Cuando le oigo decir ‘hoy llueve mucho’ me preocupo, cuando le oigo decir lo segundo, digo ‘ese es el camino adecuado'», ha dicho en una entrevista en Antena 3 recogida por Europa Press. Aludía así a la respuesta evasiva que dio Rajoy a los periodistas cuando le preguntaron por la sentencia del Tribunal de Estrasburgo contra la doctrina ‘Parot’.
Según Aznar, de Rajoy lo único que le preocupa «es que acierte», y no le pide «que sea simpático», sino «que tome decisiones, que tenga una idea de clara de las cosas que hacer y que las haga». Preguntado por el manejo de los tiempos del actual presidente, ha replicado que éste «el manejo de los tiempos es una parte de la vida política», y ha añadido: «Si sabes lo que tienes que hacer luego puedes manejar los tiempos».
El expresidente ha negado de plano tener aspiraciones políticas, subrayando que no quiere ser ministro, ni secretario de Estado, ni volver a ser presidente. Según él, a lo que aspira es a que el país mejore y su función es «alentar y alertar» desde una «posición exigente». En ese marco ha explicado su frase de que «a veces los silencios son peores que las mentiras». Según él, habla porque «mucha gente» le pide que lo haga ante «una situación del país complicada, difícil, peligrosa», porque España «tiene el reto de una secesión encima de la mesa», en alusión al desafío del presidente de la Generalitat, Artur Mas. «Por eso digo que a veces los silencios pueden ser peores que la mentira», ha añadido.
Aznar ha defendido que su obligación como presidente de honor del partido es reclamar a los suyos que sean «fieles al mandato» que les dieron los españoles y no cree que sus palabras se hayan interpretado como desleales. «Lo que consideren algunas personas… en política a veces hay mucho mequetrefe, pero las grandes cosas no se hacen con mequetrefes, y las otras cosas no merecen la pena, son cosas de los pequeños mequetrefes», ha zanjado.
Forjar «una gran mayoría»
Según él, ahora mismo España «necesita a todos», así que ha hecho un llamamiento «a muchos que desde posiciones distintas» comparten el «modelo constitucional», ideas básicas sobre la convivencia y la nación española, así como la necesidad de reformas y «acuerdos importantes» para recuperar el progreso en España. Desde «posiciones distintas», ha dicho, hay que forjar e impulsar «una gran mayoría» que lleve a España al futuro.
El exjefe del Ejecutivo ha presentado el segundo tomo de su libro de memorias (‘El compromiso del poder’, editado por Planeta) como la «historia de una gran ambición» que consiguió modernizar España, crear millones de empleos, controlar el déficit, atraer inversión extranjera, recibir «más fondos europeos que nunca» y ser «respetados internacionalmente».
Tras sus dos legislaturas, ha denunciado que aquello se «desmoronó» cuando el Gobierno del PSOE empezó a incumplir las «reglas del club del euro». Aznar supone que ahora el Gobierno «hace lo que puede» pero ha recordado que cuando él gobernaba bajó los impuestos dos veces con «resultados enormemente positivos» porque un sistema con tipos altos es «ineficaz» si no recauda.
En este punto, ha dejado claro que para él no es excusa el haber recibido un país al borde del rescate, replicando que su primer Gobierno consiguió en 17 meses formar parte de la Eurozona como miembro fundador, en contra de los planes de su antecesor socialista. A su juicio, el Gobierno de Rajoy ha hecho una muy buena reforma laboral que tendrá «consecuencias muy positivas» pero queda pendiente de hacer una «profundísima reforma fiscal» y también una de las Administraciones Públicas. «Yo no aspiro a que me hagan caso, sino a decir lo que creo que tengo que decir», ha agregado sin embargo.
El CIS, por las mejoras económicas
El expresidente ha atribuido la mejora en intención de voto para el PP que arroja el último CIS a que está mejorando la percepción de la economía española, también en el exterior, de modo que se apunta a una mejoría y eso tiene «una traducción política». Preguntado por la probable ausencia de Rajoy de la presentación de su libro esta tarde, ha asegurado que no pasa lista ni echa en falta a nadie. Sobre si se siente dolido si la dirección actual le ignora, ha respondido: «A mí no me duele absolutamente nada».
Aznar ha deseado «éxito» al Gobierno de Rajoy, y se ha mostrado consciente de que éste «depende en buena medida del éxito de España». También ha querido explicar la respuesta que dio a un periodista extranjero sobre el «milagro» económico español -«el milagro soy yo», dijo-. Según ha dicho, eso fue «una manera de simplificar», porque lo que en realidad hubo fueron «decisiones políticas que dieron resultado». Así, ha recalcado que cuando él salió del Gobierno trabajaban 18 millones de personas -frente a 12 ocho años antes-, se llevó la Seguridad Social de déficit a superávit y no existía el déficit de tarifa eléctrica. «Los hechos son los hechos, usted coge las cosas de una manera y las deja de otra», ha remachado.
¿Planes de Ana Botella?
Aznar no ha dado pistas sobre si su esposa, Ana Botella, querrá repetir como candidata a la Alcaldía de Madrid, aunque cree que no es una decisión que vaya a «tomar inmediatamente». Eso sí, la ha calificado de «entregada a su trabajo, inteligente y absolutamente honesta» y cree que ese es precisamente el tipo de gobernantes que necesita España. También ha dicho desconocer qué planes tiene la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre –y si querría aspirar a la Alcaldía–. En todo caso, la ha calificado de «gran dirigente» y ha recalcado que las dos familias son «amigas desde hace muchos años y no hay ningún motivo para dejar de serlo».