Dos meses después se despejan las dudas sobre el asesinato de Asunta. El juez, José Antonio Vazquez Taín, ha levantado el secreto de sumario y ha remitido un auto a las partes en las que esclarece los detalles del caso.
Alfonso Basterra fue el que le suministró una dosis muy elevada de Orfidal y Rosario Porto la asesinó asfixiándola con un pañuelo. Según recoge el auto elaborado por el juez el padre quería “privar a Asunta de toda voluntad y defensa” y “facilitar la acción de asfixia, en un plan concordado con su mujer”.
Acusa a Basterra de aprovechar varias ocasiones en las que su hija se quedó en su domicilio para “drogarla con altas dosis de Orfidal”. Además la propia Rosario afirmó que su exmarido “tenía ansiolíticos en su vivienda”.
No fue la primera vez
En base a las investigaciones llevadas a cabo por la Guardia Civil, tras la aparición del cuerpo de la menor de 12 años en una pista forestal de Teo (A Coruña) el pasado 22 de septiembre, el juez argumenta que Rosario Porto, «en connivencia» con Basterra, drogó a su hija «al menos» durante tres meses, y que le causó la muerte «por asfixia mecánica».
Es más, la propia Rosario Porto aseguró que su exmarido «tenía orfidal en su domicilio», aunque el auto judicial también apunta que «éste desmiente a su esposa». También en base a su declaración, se le acusa de haber intoxicado supuestamente a la menor «al menos en una ocasión, con polvos blancos que no ha explicado de qué se trataba», añade sobre el testimonio que, según el auto, aportó la madre de Asunta.
Imputación de Rosario Porto
Acerca de Rosario Porto, el auto indica que «Asunta fue supuestamente drogada (por Alfonso según ella)» y la considera «responsable, en connivencia» con Basterra, de drogar durante un período de al menos tres meses a su hija, y de asesinarla mediante asfixia mecánica».
Entre otros puntos, para el juez Vázquez Taín, la imputación de la madre de Asunta está fundamentada «en base a sus confusas explicaciones sobre el presunto incidente en el que un desconocido intentó matar a la fallecida», tal y como la abogada declaró cuando, sobre las 22.30 horas del 21 de septiembre, fue a denunciar la desaparición de su hija ante la Comisaría de Santiago, aunque no había interpuesto denuncia previa sobre estos hechos.
El juez también considera fundamentada su imputación, primero por homicidio y luego por asesinato, por sus «confusas explicaciones» sobre los episodios en los que Asunta fue supuestamente drogada, «sobre dónde y cómo dejó a la menor el día de su fallecimiento y qué hizo en el período de tiempo en el que Asunta fue presuntamente asesinada».
Se levanta el secreto de sumario
Alfonso Basterra la drogó pero Rosario Porto fue la que la asesinó. Lo hizo en la casa familiar de Teo después de suministrarle altas dosis de ansiolíticos. La mató asfixiándola con un pañuelo que fue encontrado en la casa y que fue analizado.
La muerte se produjo sobre las siete de la tarde cuando las pastillas de Orfidal le hicieron efecto. Los investigadores suponen que Rosario esperó a que se oscureciera para meter el cuerpo de Asunta en el asiento trasero de su coche. A continuación condujo hasta el camino forestal de Cacheiras donde dejó a la menor tirada en la cuneta.
Esa es la conclusión a la que ha llegado la Guardia Civil, según recoge la edición digital de ‘La Voz de Galicia’. El juez que se ocupa del caso, José Antonio Vázquez Taín, decretó este martes el levantamiento del secreto de sumario que estuvo vetado cerca de dos meses. Desde la noche en la que se produjo el asesinato, la madrugada del 22 de septiembre, y dos hombres que paseaban por el bosque encontraron el cadáver de la pequeña.
Alfonso Basterra y Rosario Porto, los padres de Asunta, denunciaron horas antes la desaparición de su hija. Pero los investigadores determinan que el 21 de septiembre los padres comieron con la menor en casa de Alfonso, momento en la que le suministraron las pastillas en la comida. Estuvieron en el piso de República Argentina de Santiago hasta las cinco y media de la tarde aproximadamente.
Después, madre e hija salieron de la casa por separado. Primero Asunta que no parecía estar afectada por los ansiolíticos y después Rosario. Se marcharon a casa de Rosario que se encuentra en la calle Doutor Teixeiro, muy próxima a la vivienda de Alfonso. Todos estos movimientos fueron captados por las cámaras de seguridad de la ciudad.
Una hora más tarde, a las seis y cuarto, vuelven a ser captadas por las cámaras. Van en el coche de Rosario, un Mercedes verde, por el centro de Santiago. Acuden a una gasolinera situada en el trayecto que lleva al municipio de Teo, donde se encuentra la casa familiar. Asunta aparece sentada en el asiento delantero pero no se ha podido afirmar si ya se encontraba drogada por el Orfidal.
Llegan a la casa de Teo un cuarto de hora después y se desactiva la alarma de la casa, donde se centra la investigación de la Guardia Civil.