El primer acto oficial de recuerdo de los atentados del 11M ha contado este lunes con la presencia de todas las asociaciones de víctimas de aquella tragedia, enfrentadas en muchas ocasiones en el pasado, y ha estado presidida por el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, quien ha destacado que, diez años después, España, pese a que «ha sufrido mucho la lacra del terrorismo, nunca se llegará a acostumbrar al dolor».
«Todos íbamos en esos cuatro trenes. Las 192 personas que perdieron la vida fueron una representación de España y de quienes viven entre nosotros», ha enfatizado el ministro, quien ha recordado que personas de más de 30 países iban en los vagones. En un acto celebrado en el Teatro Real de Madrid en el que se ha condecorado a 365 víctimas de los atentados Fernández Díaz ha insistido en que «especialmente los poderes públicos tienen la obligación de recordar a las víctimas».
El ministro ha presidido el acto flanqueado en todo momento por los representantes de las principales asociaciones de víctimas: la presidenta de la AVT, Ángeles Pedraza, la presidenta de la Asociación 11M afectados del Terrorismo, Pilar Manjón y el vicepresidente de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11M, Eloy Morán.
Los mensajes de unidad han sido una constante durante todo el evento y el ministro también ha hecho referencia a ello en sus palabras antes del inicio del acto. «El hecho de que estén aquí todos en un clima de unidad y también de unidad política, es el mayor activo que podemos rendir a las víctimas además de no bajar la guardia ante esa amenaza que a todos nos afecta y no se puede volver a repetir», ha expuesto.
El PSOE dice que no olvida a las víctimas
También ha estado presente la portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, Soraya Rodríguez, quien ha destacado que se trata de «un día especial para toda la sociedad española»». «Hoy es un día para lanzar un mensaje muy claro: no olvidamos a las víctimas, nos las olvidamos», ha sentenciado.
Pilar Manjón ha explicado ante los medios de comunicación que este año se había propuesto a si misma impedir que los periodistas dijesen que las víctimas no estaban unidas y ha matizado que a lo largo de estos años «las víctimas habrán podido estar distantes, pero no desunidas». «Hay cosas, pero como en las familias y yo quería esta foto y la de mañana (cuando se celebrará un funeral en la Catedral de La Almudena). Cuando aprendemos a ceder un poco todos, de ahí nace la convivencia«, ha zanjado.
Preguntada acerca de qué borraría de estos diez años posteriores al atentado, Manjón rápidamente ha contestado que borraría «de un plumazo toda la teoría de la conspiración». «Las portadas con los asesinos de mi hijo contando la guerra civil con tal de que los pagaran fue una doble y hasta una triple victimización. El daño ya está hecho y eso lo borraría de mi vida por completo», ha aseverado.
«Nos une lo que pasó el 11M»
Ángeles Pedraza ha reconocido que esta fecha estaba siendo «muy dura» para ella (perdió una hija en los atentados). «No sé por qué nos está costando a todos mucho más», ha dicho emocionada al término del acto en el Teatro Real. Preguntada acerca de la unidad ha afirmado que había costado pero «es más lo que une que lo que separa». «Ser víctima no es que todos piensen igual, pero lo que nos une es lo que pasó el 11M», ha sostenido.
Preguntada también acerca de qué cambiaría de estos diez últimos años, Pedraza ha manifestado su deseo de que España hubiese estado «más preparada ante un atentado de este tipo» y que «no hubiese habido tantas negligencias unas por acción y otras por omisión y sobre todo que se llegue hasta el final». «Nos acordamos de los 300 casos sin resolver de ETA y el 11M sigue sin resolverse, los autores materiales están en la cárcel, pero no se sabe quién fue el autor intelectual», ha reclamado.
El acto ha estado presidido por el periodista Ernesto Sáenz Buruaga y ha contado con un minuto de silencio y la interpretación de un cuarteto de cuerda antes de la intervención de la directora de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo del Ministerio del Interior, Sonia Ramos, quien ha defendido la condición de «ciudadanos libres que no puedan ser manipulados por el conocimiento de la verdad».