El expresidente del Palau de la Música, Fèlix Millet, se ha acogido este lunes a su derecho a no declarar a las preguntas del fiscal amparándose en que está «muy medicado» después de la operación de fémur a la que fue sometido, y que obligó al tribunal a suspender la vista oral el 26 de febrero.
«Mentalmente estoy un poco tocado en el sentido de que no soy yo. Voy muy medicado», ha sostenido el saqueador confeso del Palau, que ha dicho que únicamente contestará a las preguntas de sus letrados y ha añadido que se remite a sus declaraciones como imputado ante el juzgado de instrucción.
Sin embargo, la juez le ha asegurado que los informes de los médicos forenses han avalado que está en condiciones de salud como para declarar durante el juicio al que ha llegado en silla de ruedas, aunque le ha recordado que tiene derecho a no contestar a las preguntas o hacerlo únicamente a las partes que considere.
Millet ha insistido en que está en un momento mentalmente difícil al estar «tomando muchos calmantes» tras su lesión, por lo que el fiscal de delitos urbanísticos Antoni Pelegrí ha optado, con el permiso del tribunal, por leerle la larga lista de preguntas que tenía preparadas.
La defensa del expresidente del Palau se ha opuesto a esta pretensión, pero el tribunal lo ha aceptado y el fiscal ha procedido a enunciarlas «para que sepa lo que no quiere contestar».
En la sala se han vivido algunos momentos de confusión cuando Millet, pese a decir que no contestaría preguntas, sí que ha comenzando contestando a la primera, lo que ha provocado la intervención de la juez: «¡No conteste porque ha dicho que no iba a contestar!», le ha espetado.
Las primeras palabras del expresidente del Palau ante la sala han sido para hacer referencia a su ausencia en la vista en la que le tocaba declarar: «Yo quiero disculparme ante el tribunal. Tuve un accidente y a las ocho de la mañana estaba en el hospital. El 26 me operaron», ha alegado, tras de decir que conocía perfectamente los hechos que se le imputan.