La Audiencia de Barcelona ha condenado a diez años de cárcel a un profesor por haber abusado sexualmente de dos niñas de ocho años entre enero y mayo de 2012 en el colegio público Nova Electra de Terrassa, donde impartía clases de inglés como actividad extraescolar.
Fuentes judiciales han explicado a Europa Press que la juez ha impuesto a Josué H. -que tenía 19 años entonces- cinco años por cada uno de los abusos tras aplicarle los atenuantes de confesión, alteración psíquica leve y reparación de daño por haber pagado 14.000 euros.
La juez también le ha dictado ocho años de libertad vigilada cuando acabe de cumplir la pena de cárcel, y ha condenado como responsable civil subsidiario a la Escuela de Idiomas Fiac, que es la empresa a la que el Ampa había subcontratado las clases y a la que pertenecía el profesor.
Josué H. reconoció en su declaración en el juicio el 20 de febrero haber abusado de las dos niñas, aunque negó los abusos a otra menor de los que también le acusaba la Fiscalía y que ahora la juez ha entendido que no han quedado acreditados.
«Estaba fuera de mí, no sabía lo que estaba haciendo», defendió entonces el profesor, que relató que en los dos casos por los que ha sido condenado sacó a la menores del aula y las condujo a un cuarto anexo, donde les obligó a practicar sexo oral durante unos segundos, sin eyacular.
Durante su declaración, en la que únicamente quiso contestar a las preguntas de su abogado, sostuvo que tuvo impulsos que no pudo controlar: «Cuando me di cuenta de lo que estaba haciendo, paré», dijo Josué H., para el que la fiscal pedía 48 años de cárcel por cuatro presuntos delitos sexuales.
La defensa de las víctimas sostuvo que el profesor había cometido cinco abusos: dos a una niña, dos a otra y uno a una tercera, pero la juez únicamente ha acreditado un abuso a cada una de las dos primeras.
Maestro de «buen nivel»
La directora del centro, el presidente del Ampa y tres responsables de la empresa subcontratada por la asociación para impartir las clases extraescolares de inglés también habían declarado en el juicio como testigos.
La encargada de la empresa que seleccionó al joven como profesor -que también impartía clases en una escuela de Sabadell- dijo que lo habían elegido por su buen nivel de inglés.
«Fue una de las entrevistas en las que más he creído en la persona», sostuvo la trabajadora, que añadió que el acusado hacía años que estudiaba en sus centros.