La familia de Oswaldo Payá vuelve al ataque contra el Gobierno de Mariano Rajoy. En esta ocasión su hija, Rosa María Payá, la encargada de prologar el primer libro de Ángel Carromero, el joven dirigente de NNGG del PP que conducía el coche siniestrado en el que el disidente cubano y su compañero Harold Cepero perdieron la vida el 22 de julio de 2012. «Un atentado de Estado», según la hija de Payá y el autor de Muerte bajo sospecha. Toda la verdad sobre el caso, a quien Rosa María llega a comparar con una «víctima de ETA».
«Carromero es una víctima, como víctimas son los asesinados por ETA, por las FARC o por los paramilitares». Ésta es una de las frases textuales extraídas del prólogo del libro de Carromero al que ESTRELLA DIGITAL ha tenido acceso. En él, la hija del disidente cubano fallecido no sólo insiste en la teoría del «atentado de Estado», asegurando que el régimen castrista temía la fuerza mediática de su padre. «¡Qué consecuencias habría tenido por ejemplo el tener que lidiar con Oswaldo Payá viajando, recolectando apoyo internacional por el mundo o con una prohibición de salida que evidenciase el fraude de la reforma migratoria de 2013!», se cuestiona retóricamente la hija del disidente. Sino que además aprovecha la oportunidad que le brinda Carromero para volver a arremeter contra el Ejecutivo 'popular', a quien acusa de haber «presionado» al joven dirigente “para que permaneciera en silencio».
El mismo Ejecutivo que curiosamente salvó al dirigente de NNGG de pasar en una cárcel cubana los cuatro años a los que fue condenado por homicidio imprudente. Y que fue posible gracias a un acuerdo de cumplimiento de sentencias vigente entre los gobiernos de Cuba y España. Un gran esfuerzo que le tocó hacer al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, y que claramente no es suficiente para la familia Payá. No es suficiente que el dirigente ‘popular’ sólo estuviera en la prisión de Segovia durante apenas dos semanas, donde inmediatamente se le concedió el tercer grado penitenciario y le permitió seguir con su vida. Para entonces, el Ayuntamiento de Madrid ya le estaba esperando con un buen puesto: organizador de los plenos. Actividad que le reporta 50.000 euros anuales.
«En España, el país que debió acogerlo y protegerlo, se desarrolló la peor campaña en su contra, mintiendo y manipulando hasta el menor detalle», dice la hija del disidente político fallecido, quien asegura que el Gobierno de Mariano Rajoy que supo «desde el principio la realidad del atentado y la inocencia del dirigente de las juventudes de su propio partido en Madrid, mantiene condenado al autor de este libro, aun cuando mi familia ha pedido su indulto. Esta incoherencia sigue sin ser corregida, a expensas del sufrimiento de Ángel Carromero». No obstante, la familia Payá cree que el «gobierno español aún está a tiempo de hacer lo correcto».
Claro que sobre este asunto el Ejecutivo de Rajoy ya se ha posicionado y no tiene pinta de volver a hacerlo. Cuando el joven ‘popular’ aseguró en el The Washington Post que la verdad del caso, la misma que se supone que cuenta en su primer libro, es que un coche con matrícula oficial cubana embistió por detrás el vehículo que conducía, lo que le sacó de la carretera y provocó el accidente que tuvo lugar en Bayamo. Una versión de la que el Gobierno 'popular' asegura «no tener constancia». García Margallo ya aclaró en su momento que su conocimiento de lo que ocurrió fueron los telegramas que iba recibiendo de la embajada española en Cuba y el memorándum de entendimiento que firmó el cónsul con las autoridades cubanas. Este texto, insistió el ministro, se firmó con el consentimiento del propio Carromero: «La parte española reconoce el debido proceso judicial y, por consiguiente, la legitimidad de la sentencia dictada» por el tribunal cubano. Una versión que Carromero sostiene que fue obligado a firmar. Y por lo que Margallo le instó a ir a los tribunales y probarlo.
Los tres “noes” de la Audiencia Nacional
A partir de aquí, la Audiencia Nacional se ha tenido que pronunciar hasta en tres ocasiones por este mismo caso, aunque todas ellas en sentido negativo. El 4 de septiembre, la Sala de lo Penal se opuso a la concesión del indulto por «no encontrar razones de Justicia, equidad o conveniencia para conceder el indulto a su favor». La Audiencia Nacional también rechazó el pasado 23 de septiembre admitir a trámite una querella presentada por la familia de Payá contra dos mandos del Ejército cubano a los que atribuía delitos de lesa humanidad. El tribunal explicaba que la nueva versión de los hechos ofrecida por Carromero, que apuntaba a una persecución como motivo del accidente, no podía «ser verificada».
Y recientemente, la AN ha vuelto a emitir su tercer «no», dando carpetazo definitivo a la muerte de Oswaldo Payá. El pasado 27 de febrero la sección segunda de la Sala de lo Penal confirmó la decisión del juez Eloy Velasco de no abrir una segunda investigación sobre la muerte del disidente cubano y avaló la condena impuesta al joven dirigente. Los jueces españoles no dan credibilidad a las alegaciones de la familia de Payá, que atribuyeron su muerte a una persecución política y delitos de lesa humanidad. Aún así, Rosa María Payá considera que Carromero es «una víctima, como víctimas son los asesinados» por la banda terrorista ETA. E insta a tratarle de igual manera.
Es más, la hija del disidente cubano fallecido pone en cuestión la independencia del Gobierno y de los tribunales españoles, y duda de que su actitud no tenga que ver con «el mandato mafioso de La Habana, que durante décadas ha infiltrado a sus agentes en diversas organizaciones y gobiernos», incluidos Europa y EEUU. Duras acusaciones que llegan en medio del deshielo de las relaciones entre la Unión Europea y Cuba, operación liderada por el Gobierno de Rajoy, y que muchos en su momento interpretaron como un gesto del Ejecutivo español hacia La Isla, cuando éste intentaba aún traer de vuelta a Carromero a España. Tal y como ya adelantó ESTRELLA DIGITAL, el libro editado por Anaya ha sido revisado por la cúpula ‘popular’, y fuentes de NNGG aseguran a este diario que la dirección nacional ha dado de paso su contenido. «Estas palabras las dice Rosa María Payá, no Carromero ni ningún miembro del PP», justifican las mismas fuentes.