Recuerdo unánime en el Senado a las víctimas del 11M, «una fecha que quedará siempre en nuestra memoria», ha dicho el presiente de la Cámara, Pío García-Escudero. Dichas unas palabras de cariño y recuerdo para las 192 víctimas del atentado terrorista más importante de nuestra historia, el pleno de la Cámara Alta, en el que se encontraba el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha guardado un minuto de silencio. A continuación, ha arrancado la sesión de control al Gobierno, donde el líder del Ejecutivo 'popular' se ha tenido que enfrentar a los reproches ya habituales de la oposición.
Principalmente de los catalanes y de los socialistas, que le han vuelto a afear con los problemas reales que afectan a los ciudadanos y que lejos quedan del paisaje optimista que el líder del Ejecutivo dibuja sobre la evolución económica del país. «Gracias por su brillante intervención». Éstas han sido las palabras que ha despertado uno de los momentos más tensos del pleno de este martes. Así es como iniciaba el presidente del Gobierno su último turno de intervención en respuesta al alegato realizado por el senador socialista, Marcelino Iglesias. Unas palabras que han despertado el plauso y la carcajada en la bancada 'popular', frente a la indignación de los socialistas, al considerarlo «una falta de respeto». «Si ustedes quieren puedo retirar la palabra brillante… En fin, no es un tema de importancia capital», se ha mofado el líder del Ejecutivo.
Una respuesta que se producía después de que Iglesias le instara en varias ocasiones a que aclarara «cuándo prevé que los españoles podrán doblar el cabo de Hornos», en relación a la afirmación que hizo en el debate del Estado de la Nación sobre la salida de la crisis económica. En este sentido, el socialista le ha recordado que en España sigue habiendo más de cinco millones de parados -«un millón más que cuando llegó a La Moncloa»-; un millón de estos desempleados ya no tiene ninguna ayuda económica, más de la mitad de los jóvenes no tienen trabajo, hay un millón menos de cotizantes en la seguridad social y las PYMES, autónomos y las familias siguen sin recibir crédito. «¿Quiénes son los afortunados que han conseguido doblar el cabo de Hornos señor Rajoy?», ha insistido el socialista.
Una pregunta a la que el presidente ha respondido con su ya habitual arsenal de datos: la prima de riesgo está por debajo de los 200 puntos, lo que supone un ahorro de más 800; los precios están en el 0,1%; en lo que al paro respecta, por primera vez en 68 meses hay un mes que es mejor en seguridad social que el del año anterior. Rajoy ha insistido en que cuando él habló del Cabo de Hornos fue para afirmar que «los momentos más duros habían quedado atrás, pero entonces también dije que aún quedaba muchísimo que hacer».
Un logro que en absoluto Iglesias le ha reconocido, sino más bien todo lo contrario. «Es verdad que la economía respiró, pero también es verdad que con las palabra de Draghi las primas se estabilizaron. Éstas no fueron decisiones suyas, vinieron desde fuera». La misma argumentación que el secretario general de su partido, Alfredo Pérez Rubalcaba, ya empleó en el 'gran debate'. Y que le ha valido la burla de su contrincante. Ha sido precisamente en ese momento cuando Rajoy se ha reído de su «brillante intervención» y le ha vuelto a recordar, como en su momento ya hizo frente a Rubalcaba, que «la frase» del presidente del Banco Central Europeo pudo contribuir a que la prima de riesgo se relajar durante unos instantes, pero que han sido sus políticas económicas las que la han mantenido estable a lo largo de todos estos meses. «Lo que hemos hecho ha sido corregir los errores del pasado», ha zanjado Rajoy.
Rajoy recurre a Crimea para avisar a Cataluña
Aunque éstos no han sido los únicos reproches a los que Rajoy ha tenido que hacer frente. El portavoz de CiU en el Senado, Josep Lluis Cleries, también ha ido preparado para dar la batalla y hablar de lo suyo, de la consulta independentista de Cataluña y del silencio del presidente respecto a esta cuestión. «Usted habla mucho de Cataluña cuando sale fuera, cuando está en Dublín, por ejemplo, pero no va a Cataluña a dar la cara», le ha afeado el portavoz catalán, que le ha vuelto a insistir en que el sentimiento independentista no es de «una persona», sino de un «pueblo entero».
El presidente del Ejecutivo, por su parte, en el fondo ha dicho lo mismo que lleva repitiendo desde que este conflicto surgiera, aunque en la forma ha utilizado un ejemplo de plena actualidad y que le ha permitido recordar a Cleries que «lo moderno» y «lo que se lleva en el mundo» es la «identidad territorial de los Estados», a la vista, ha señalado, de la respuesta que han dado los países occidentales a las aspiraciones separatistas de la península de Crimea, en Ucrania. Rajoy ha afirmado que quiere que Cataluña y el resto de España estén «en la misma onda en la que está todo el mundo occidental», como así ha demostrado a raíz de la crisis ucraniana y el referéndum convocado en Crimea. «Respeto a la identidad territorial de todos los Estados y a la soberanía nacional. Esto es lo moderno, esto es lo que se lleva en el mundo y esto es lo que sirve al progreso de los pueblos», ha explicado el jefe del Ejecutivo, quien ha insistido en que él siempre estará abierto al diálogo, pero nunca permitirá que «ningún ciudadano» se salte la ley. «Empezando por mí», ha concluido el presidente.
Defensa a ultranza del régimen foral navarro
Lo criticó el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, quien hace unas semanas defendía en aras de la igualdad territorial acabar con el régimen foral de Navarra y el País Vasco, y la respuesta del presidente del Gobierno no ha podido ser más clara y contundente. «Este presidente del Gobierno y el Gobierno que presido ni cuestiona ni va a cuestionar nunca el régimen foral navarro y por supuesto respeta su plena vigencia como elemento configurador de la comunidad foral, como una pieza más de nuestro Estado autonómico, siempre dentro de los límites que la Constitución fija», ha señalado Rajoy.
Dicho esto, ha aprovechado el tiempo restante para reafirmar su «compromiso por una Navarra foral y española» frente a quienes «se dejan seducir por cantos de sirena sin ser conscientes de las graves consecuencias que sus actos pueden traer» para la comunidad foral y el resto de España. Así pues, Rajoy -valiéndose del guante que le ha lanzado el senador de UPN Francisco Javier Yanguas- ha hecho alusión a la situación que se ha vivido en las últimas semanas en Navarra, donde el PSN se planteó presentar una moción de censura para hacer caer el Gobierno de Yolanda Barcina, por las denuncias de injerencias en la Hacienda foral. El PSOE impidió a los socialistas navarros emprender o apoyar una iniciativa en este sentido, ya que necesitaría los votos de Bildu.