«Hay una puerta abierta de par en par para aquellos que no estén conformes con el actual estado de las cosas: iniciar los trámites para una reforma de la Constitución». Estas palabras fueron las utilizadas por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en el debate del pasado 8 de abril en el Congreso de los Diputados, cuando se discutía sobre la petición que el pasado 2 de febrero registraron CiU, ERC y ICV solicitando la competencia para convocar la consulta independentista que la Generalitat tiene previsto realizar el próximo 9 de noviembre. Y rápidamente fueron interpretadas como una puerta abierta a una futura reforma constitucional para dar encaje a Cataluña en España.
La pregunta que entonces surgió fue unánime: ¿Estarían de acuerdo PP y PSOE en reformar la Carta Magna si ello calamara las pretensiones independentistas de los catalanes? La respuesta la ha vuelto a remarcar este miércoles el Partido Popular: un «no» rotundo. «Sólo hablaremos de reformar la Constitución cuando exista el consenso suficiente sobre el para qué y cómo», ha advertido el vicesecretario general del PP y 'número dos' de la lista europea, Esteban González Pons, quien ha asegurado este miércoles, ante los medios de comunicación, que los 'populares' no creen que sea «el momento para hablar de esto». «Esta propuesta no cuenta con el suficiente consenso, ni está lo suficientemente madurada», ha insistido Pons tras el encuentro que él, el coordinador de la campaña europea y vicesecretario de Organización y Electoral del PP, Carlos Floriano y el cabeza de la candidatura del PP a las elecciones europeas, Miguel Arias Cañete, han mantenido en Génova con jóvenes de Nuevas Generaciones que forman parte de la candidatura europea.
Estas declaraciones se producen un día después de que el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, anunciara que la intención de su partido es abrir este diálogo después de las elecciones europeas del 25 de mayo. Lo hizo en una entrevista concedida a Catalunya Radio, donde aseguró que tratará de convencer al presidente Rajoy de que esta es la vía más «apropiada» para resolver el problema catalán y donde se aventuró a decir que «cree» que el argumento es compartido con el portavoz de CiU en el Congreso de los Diputados, Josep Antoni Duran i Lleida. «Él, hasta ahora, ha dudado de la reforma constitucional y, ahora, ve que es la única fórmula (…) Creí entender que estaba más cerca de mi propuesta de reforma de la Constitución, entendía que era un cauce, otra cosa es su concreción», insistió.
Claro que el muro con el que se encontrará no será fácil de escalar. Tanto el presidente Rajoy, como su partido insisten en la idea de que «no es el momento», puesto que cada partido que propone esta solución habla de una reforma diferente. «Deberíamos madurar mucho una propuesta de tanta envergadura y tanta trascendencia como esa. El PP cree que este es un momento de estabilidad, de mucha estabilidad y de firmeza en algunos principios y valores que nos han dado muchos años de tranquilidad y prosperidad», ha aseverado Pons este miércoles. El mismo argumento que Rajoy ha esgrimido cada vez que se le ha preguntado al respecto.
El presidente propuso el pasado 8 de abril una reforma constitucional, pero no como solución, sino como la única vía posible para que la consulta soberanista planteada desde Cataluña sea legal. Fue un órdago, un reto lanzado al presidente de la Generalitat, Artur Mas, pero no una propuesta de diálogo a los socialistas, que sí andan más por esta labor. La postura del Gobierno 'popular' sigue siendo la misma a este respecto: «juntos nos va mejor».
La advertencia más repetida desde la UE y el PP
Claro que la «prosperidad» y la «estabilidad» no es el único argumento en contra que utilizan los 'populares' para asustar a los independentistas. Este miércoles, la Unión Europea de nuevo ha vuelto a advertir a Cataluña. «Si una parte del territorio de un Estado miembro cesa de ser parte de ese Estado porque se independiza, los Tratados dejarán de aplicarse a ese territorio», ha afirmado el portavoz del Ejecutivo comunitario, Alejandro Ullurzun, que ha repetido la doctrina oficial de la Comisión. Muy a pesar de los expertos de la Generalitat, que insisten en que sí seguiría en la Unión Europea, según el último de sus informes elaborados, y al que desde la Comisión Europea se ha ignorado.
La misma tesis ha sido desgranada este miércoles por Pons: «según los tratados, si Cataluña o cualquier otra región se separa de España quedaría inmediatamente fuera de la Unión Europea, del euro, y sus ciudadanos necesitarían pasaporte para visitar a sus familiares de Castellón», ha zanjado el 'popular', quien ha asegurado que este «escenario ni se lo plantean» en Génova.