Territorializar las elecciones europeas y hacer llegar el mensaje a los ciudadanos de toda España de lo importante que es votar en estos comicios es uno de los principales objetivos del Partido Popular y su líder, Mariano Rajoy. La baja participación que se prevé para el próximo 25 de mayo perjudicará a los dos grandes partidos -PP y PSOE- y hay regiones en las que las fuerzas más pequeñas -a las que previsiblemente favorecerá la abstención- pueden hacerles mucho daño. Cataluña es un claro ejemplo de ello. Y hace tiempo que las encuestas llevan advirtiéndolo: el ascenso de Ciudadanos -la formación liderada por Albert Rivera- lleva al PP al quinto lugar de las preferencias de los catalanes.
Por esta razón, los esfuerzos de Rajoy en unas regiones serán más grandes que en otras. El discurso 'popular' no encuentra nicho en Cataluña y Rajoy está preocupado por ello. Así que todos los gestos en este sentido serán pocos. Tal y como ha anunciado el director de la campaña europea en Génova, Carlos Floriano, el PP ha elegido la ciudad de Barcelona para presentar su programa electoral. Será el próximo 28 de abril, en un acto en el que ya trabaja la dirección nacional del partido, y aunque se da por hecho la asistencia de Mariano Rajoy, desde el PP aún no han querido dar muchos detalles al respecto. Según Floriano, el también presidente del Gobierno estará muy presente en esta campaña electoral, y concretamente en Cataluña, aunque el programa definitivo de actos de campaña no se dará a conocer hasta la próxima semana, tal y como han informado fuentes 'populares'.
Durante el Comité Ejecutivo Nacional que se ha celebrado este martes en Génova, la cuestión independentista también ha salido a relucir. Floriano ha advertido de que las cuestiones europeas serán prioritarias en la campaña que está elaborando el PP, pero que ello no significa que el debate nacional se quede al margen. En cuanto a Cataluña, el mensaje 'popular' está claro: un «no» rotundo a todo aquello que tenga que ver con la batalla independentista iniciada por Artur Mas. Tal y como ha explicado el vicesecretario de Organización, Rajoy ha vuelto a insistir ante la cúpula de su partido la situación actual: tanto el Tribunal Constitucional como el Congreso de los Diputados se han pronunciado en contra de la consulta anunciada por el presidente de la Generalitat, prevista para el próximo 9 de noviembre. «A partir de ahí, todo el diálogo que se quiera, pero al Gobierno no se le puede pedir que dialogue ni contra el Tribunal Constitucional ni contra los acuerdos que el Parlamento aprueba», ha zanjado Floriano.
Un mensaje similar al que el presidente del Gobierno ha vuelto a transmitirle a CiU unas horas después en la sesión de control al Gobierno que ha tenido lugar en el Senado. «Claro que queremos dialogar, pero ni el Tribunal Constitucional ni las Cortes admiten ese referéndum porque dicen que es ilegal. Por tanto, les corresponde a usted decir ahora qué quieren que hagamos. ¿Le pide usted al presidente del Gobierno que se salte la voluntad de las Cortes, la soberanía nacional y el Tribunal Constitucional? Eso no puedo», ha insistido Rajoy en su réplica al senador catalán, Josep Lluís Cleries. La postura del Gobierno a este respecto está clara y el PP la repetirá insistentemente a lo largo de su campaña, aunque éste mensaje no será el único.
A Mariano Rajoy le «preocupan» los catalanes, o al menos esa es la máxima que ha repetido hasta la saciedad, y por ello el Partido Popular ya ha preparado la batalla en otros frentes que le favorecen más, como por ejemplo el económico. El mensaje en este sentido también está claro. «La mayor aportación que el PP hace de cara a las próximas elecciones europeas es el éxito de la política de reformas que iniciamos hace dos años», ha insistido este martes Floriano. Y en esta línea trabaja el PP. Una vez hecho el diagnóstico de la situación económica y detectados los obstáculos que impedían el crecimiento económico y la creación de empleo, ha explicado el 'popular', el Gobierno del PP pasó a la acción. «En 2012 se paró la quiebra y se evitó el rescate; en 2013 se continuaron las reformas, se acabó la recesión y se paró el crecimiento del desempleo; en 2014, va a haber crecimiento y empleo; y en 2015, más crecimiento y más empleo para todos los españoles», ha resumido Floriano.
El PP «movilizará» a los suyos
Aunque el Partido Popular sabe que con este discurso no será suficiente. Las bases de su partido están descontentas y Rajoy lo sabe. Incluso sus encuestas internas se lo advierten. Y por ello, la solución del presidente pasa por «movilizar» a los suyos. Todos los cargos públicos del partido tendrán que aportar su «granito de arena» y ellos serán los que se encarguen de reconciliar al partido con sus votantes. El argumentario ya ha sido diseñado: la subida de impuestos fue inevitable debido a la herencia recibida, la política antiterrorista -que tanto le ha enfrentado con el sector más conservador del PP- sigue siendo la misma que cuando llegaron al poder («no se negociará con ETA») y la postura frente a Cataluña se basará en el diálogo sin concesiones. El PP sigue pensando que la amenaza no ayuda en la solución del problema.
En el Comité Ejecutivo Nacional de este martes no han estado presentes importantes líderes regionales, como el gallego Alberto Núñez Feijóo, el castellanoleonés Juan Vicente Herrera, el extremeño José Manuel Monago y la aragonesa Luisa Fernanda Rudi, pero no ha importado, puesto que estaba el protagonista indiscutible del momento: Miguel Arias Cañete, quien ha sido recibido en Génova con un emotivo aplauso. Sus compañeros desconocen cuándo dejará el cargo de ministro para ponerse de lleno con la campaña electoral, puesto que la decisión es de Rajoy, aunque muchos ya apuntan al final de esta semana como fecha límite. Cañete tiene agenda oficial hasta este jueves, pero ya no está previsto que acuda al Consejo de Ministros. Es más, la intención del partido es que este viernes esté en Cáceres pero ya únicamente como cabeza de lista para las próximas elecciones europeas.