La asignatura de Música corre peligro. La nueva ley de educación (LOMCE) impulsada por el ministro de Educación, José Ignacio Wert, que se pondrá en marcha el próximo curso, convierte la materia obligatoria en opcional. Sin embargo, distintas Comunidades Autónomas se niegan a cumplir la nueva ley y su Dirección General de Ordenación Académica ha decidido incluir en el apartado de materias específicas la asignatura de Educación Artística, que engloba plástica y música y la materia será obligatoria.
Por el momento la Comunidad de Madrid no aclara cual será el futuro de la materia. La Consejería de Educación ha anunciado que se impartirá una hora más de Lengua y Matemáticas a la semana sin ampliar el horario escolar, pero no ha especificado como afectará este cambio a las otras asignaturas. De hecho, la única información oficial al respecto es el borrador del curriculum de Primaria que Lucía Figar ha remitido al Consejo Escolar para que se tramite por la vía de urgencia.
En uno de los apartados del documento, que recoge las modificaciones realizadas en el programa escolar y que se llevaran a cabo el próximo curso, explica cuales serán los objetivos de enseñanza para impartir Educación Artística. Figar pretende convertir la asignatura en un coro. “La educación puede hacerse apoyándose en el aprendizaje de un pequeño repertorio de canciones y en la escucha de extractos de obras diversas. De esta forma, desde los primeros años, se enseñará a los alumnos a cantar cuidando la entonación, el ritmo, la voz, la respiración y la articulación de las palabras. El centro podrá construir un pequeño coro escolar con los alumnos de diferentes cursos que puede ir acompañado de juegos rítmicos sencillos practicados con algunos instrumentos”, dice el documento.
Los sindicatos denuncian que la Consejería ha aplicado los cambios sin consultarles. De hecho, Comisiones Obreras asegura que recibieron el borrador “en los últimos días de Semana Santa y la Comisión Permanente se celebrará el día 25 de abril”. “No cabe duda que esta gestión de los tiempos, por parte de la Consejera de Educación, es su manera de hurtar el debate, el análisis sosegado y la participación de la Comunidad educativa madrileña”. Además, aseguran que harán todo lo que “esté en su mano para que esto no sea así”.