La unión hace la fuerza. Y de esto saben un poco el expresidente del Gobierno, José María Aznar, y la expresidenta madrileña, Esperanza Aguirre. Nunca se han caracterizado por ser grandes amigos. Pero desde que el dirigente de FAES pasara a ocupar la presidencia de honor del Partido Popular y su sucesor, Mariano Rajoy, perdiera dos elecciones generales consecutivas; sus caminos parecen encontrarse más que nunca. Lo hicieron en aquel fatídico Congreso Nacional de 2008 en Valencia, donde confabularon para echar al gallego de Génova. Y lo llevan haciendo durante estos más de dos años del Gobierno de Rajoy.
La coincidencia en el ideario es plena. Ambos han criticado lo mismo del actual líder del Ejecutivo: la subida de impuestos, la política antiterrorista y su falta de contundencia con el desafío soberanista procedente desde Cataluña. Aunque la guinda del pastel la encarnó el 'caso Bárcenas'. La ya fría relación entre Rajoy y Aznar se acabó de congelar cuando el expresidente se vio totalmente abandonado por la dirección de su partido cuando llegó el turno de defenderle de las acusaciones que los supuestos apuntes contables del extesorero 'popular' vertían sobre su persona y su implicación directa en la financiación ilegal del PP. Hasta el momento, ambos habían mantenido las apariencias.
Tanto es así, que en noviembre de 2012, cuando Aznar presentó la primera parte de sus memorias, en las que incluso revelaba que Rajoy no fue su primera opción en la sucesión, el actual presidente del Gobierno estuvo allí para apoyarle. Pero todo se truncó tras la famosa entrevista concedida a Antena 3 del expresidente en mayo de 2013 cuando incluso amenazó con volver a la política si así lo deseaban los ciudadanos. Entonces se despachó a gusto, se defendió públicamente de todas las acusaciones de Bárcenas y reconoció públicamente que su relación con el presidente Rajoy era prácticamente inexistente. A partir de ahí, todo se tornó a oscuro. Nada volvería a ser igual entre ambos dirigentes. Y tampoco con la actual dirección del PP. Rajoy y la secretaria general, María Dolores de Cospedal, le plantarían el día de la presentación de la segunda parte de sus memorias, en noviembre de 2013, y éste se la devolvería no yendo en febrero de 2014 a la Convención Nacional del PP, una de las citas más importantes de la formación.
Ahora, el escenario se ha complicado aún más con la campaña de las próximas elecciones europeas. Tal y como ya adelantó FAES, el expresidente estará fuera de España durante los 15 días que dura la campaña. Y este lunes el propio Aznar ha explicado los motivos de esta huida: «Yo voy donde me invitan, donde no, no puedo estar». Así ha sido cómo se ha pronunciado el expresidente a la entrada del Casino de Madrid, donde Ana Botella protagoniza el Foro ABC. Según ha reconocido Aznar, a él le hubiera «encantado» hacer campaña con Cañete, porque es «un gran amigo, una gran persona» y está convencido que «lo hará muy bien», pero el PP no le ha invitado. «No he recibido ninguna noticia del PP», ha admitido, para después explicar que «a estas alturas» no puede «cambiar las cosas».
Una actitud que a la presidenta del PP no le ha faltado tiempo para criticar. Esperanza Aguirre, presente en el mismo foro que Botella y Aznar, ha desafiado a la dirección nacional y ha asegurado que la invitación para que el expresidente participe en la campaña que está diseñando el PP si hace falta la hace ella. «No tiene problema el señor Aznar. Soy la presidenta del PP de Madrid y organizamos un mitin, pero vamos, rápidamente», ha zanjado la expresidenta madrileña, visiblemente molesta con la actitud de su partido, puesto que le está haciendo perder votos. Unas polémicas declaraciones que ha hecho delante del 'número tres' del PP, Javier Arenas, quien ha aprovechado esta ocasión para expresar la «admiración» que la cúpula 'popular' le tiene al expresidente, aunque no ha aclarado porque se le ha excluido de la campaña electoral.