A tus enemigos siempre cerca. Esto es lo que debe de pensar el presidente Mariano Rajoy, quien ha podido comprobar recientemente y de primera mano el aún desorbitado poder mediático de su presidente de honor, José María Aznar, y la expresidenta madrileña, Esperanza Aguirre. La de este lunes fue una jornada intensa políticamente hablando: Ana Botella se lanzó a los tiburones y entró de lleno en campaña hablando de parquímetros y la eliminación de la tasa de las basuras; conocimos a la nueva ministra de Agricultura y Cañete siguió con su campaña.
Sin embargo, ninguno de estos tres acontecimientos impidió que la noticia más comentada estuviera en las puertas del Foro del ABC que se celebró este lunes en la capital. Los lamentos de José María Aznar –quien confirmó que el PP le había excluido de la campaña electoral de las europeas– y las posteriores quejas de la presidenta del PP de Madrid –quien llegó a asegurar que si hacía falta ella le montaba un mitin al expresidente– resonaron con fuerza en el cuartel general de los ‘populares’. De nuevo, la estampa se hizo clara: Aznar y Aguirre se habían unido ante un objetivo común, dejar en evidencia a Mariano Rajoy.
Ninguno de los dos ostenta ningún cargo de responsabilidad en la dirección nacional de la formación, pero su poder en las bases del partido es evidente. Las elecciones europeas se aproximan y enfadar a una parte importante de su electorado no parece responder a una buena estrategia. Las encuestas internas les advierten del peligro. Así que la respuesta de Rajoy no podía ser otra que ceder: Aznar finalmente participará en la “campaña”, si él quiere. Así lo han confirmado el ‘número uno’ (Miguel Arias Cañete) y ‘número dos’ (Esteban González Pons) de la candidatura ‘popular’. La estrategia de Aguirre de exigir un mitin para Aznar delante de Javier Arenas este lunes en el Foro de ABC ha surtido efecto.
Ha dejado a Génova sin margen de maniobra. Las opciones eran escasas. O bien guardaba silencio y disgustaba al ala más conservador del partido que sigue confiando en Aznar y Aguirre. O bien cedía ante esta desmesurada presión. Quien conoce a Rajoy dice que siempre que puede huye de los combates cuerpo a cuerpo, así que la solución a esta crisis interna que se había generado en las últimas horas parecía evidente: lo que el expresidente quiera, pero lejos de él. El dirigente de FAES ya había dejado claro este lunes su profunda decepción por no poder hacer un mitin junto a su “gran amigo” Cañete y esto es lo que Génova le iba a conceder.
Según ha afirmado Miguel Arias Cañete en una entrevista en RNE, la dirección nacional del Partido Popular ofreció este lunes por la noche «al entorno» del expresidente –en concreto al secretario general de la fundación FAES, Javier Zarzalejos– «fechas y emplazamientos» para poder hacer juntos un «gran acto electoral». Aunque la excusa utilizada para explicar esta tardanza en el ofrecimiento es difícil de creer. El ya exministro de Agricultura ha justificado que el motivo no ha sido otro que su campaña «no estaba cerrada». Un argumento difícil de ‘vender’ teniendo en cuenta que el director de la campaña, Carlos Floriano, lleva meses diseñándola. Además los escenarios elegidos no podían ser más significativos: La Rioja o Murcia. Dos capitales mayoritariamente ‘populares’ donde no hay margen de error y donde es muy posible que no coincida con Mariano Rajoy, a quien Génova tiene reservados los grandes mítines de campaña. Claro que todo dependía de Aznar, ha aclarado Cañete. “Él es el que tiene una agenda internacional importante”, ha advertido el exministro.
Pero ya es demasiado tarde, han advertido desde FAES este martes. Según adelantó González Pons este lunes por la noche en el Canal 24 Horas, el director de la campaña del PP, Carlos Floriano, se acababa de poner en contacto con la fundación que preside Aznar para invitarle a participar en los actos que el PP tiene previstos de cara a las próximas elecciones, pero «ya no hay tiempo para cambiar la agenda del expresidente», han advertido las fuentes consultadas por Europa Press. Tal y como aseguró este lunes el expresidente, su equipo esperó hasta última hora para elaborar la agenda del próximo mes, pero en vista de que el Partido Popular no contactó con él a tiempo, tuvo que cerrar sus compromisos. «Ahora ya no tiene hueco», rematan las mismas fuentes.