El aborto ha vuelto al debate parlamentario. De nuevo, la diputada socialista y candidata del PSOE a las elecciones europeas, Elena Valenciano, ha vuelto a centrar su discurso político en el aborto, su principal baza electoral. ¿El problema? que el Partido Popular, y en concreto el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, ya no le dan cancha en esta cuestión. La socialista ha tildado al ministro de «enemigo público número uno» de las mujeres. Pero está claro que el esfuerzo ha sido en balde. Génova y Moncloa saben que la reforma del aborto planteada no cuenta con la simpatía de un amplio espectro de la sociedad española y no será hasta después de los comicios europeos cuando vuelva a retomar la cuestión.
Según Gallardón, el Gobierno 'popular' no está escondiendo el texto, sino que está en manos de los «órganos consultivos». «Está claro que usted ignora cómo funciona la tramitación parlamentaria», ha recriminado Gallardón a Valenciano, que unos minutos antes le había preguntado cuándo iba a llegar la reforma al Congreso de los Diputados. La diputada del PSOE ha puesto este miércoles en alerta, en la sesión de control al Gobierno, que con la nueva normativa, «el 90% de los españoles no podrá abortar legalmente», que 100.000 abortos pasarán a ser considerados ilegales, que a 90.000 mujeres no les quedará otra salida que abortar en la clandestinidad o salir fuera de España y que de ésas, 20.000 lo harán corriendo peligro para sus vidas.
El ministro Gallardón ha vuelto a acusar a la socialista de utilizar esta cuestión de manera electoralista y ésta ha recurrido al 'y tú más'. Según Valenciano, en abril de 2013, cuando ella le preguntó por primera vez sobre esta cuestión, aún no era «candidata a nada», mientras que el ministro de Justicia sí. «Usted quería reconciliarse con el ala más dura de su partido e hizo la ley más restrictiva de la historia», le ha recordado la socialista, que ha aprovechado el pleno de esta semana para pedirle a Gallardón que se lo «piense bien». «Apelo a su responsabilidad», ha rematado.
Pero el titular de Justicia no se ha dado por aludido. De hecho, ha respondido como si su reforma fuera un fiel reflejo de la ley de 1985. «Si es una ley perversa cómo es posible que estuviera vigente durante 25 años y no se introdujera ninguna propuesta de cambio» hasta que en 2010 el PSOE lo decidiera «unilateralmente» y sin que fuera reflejado en su «programa electoral». Aunque lo cierto es que la nueva reforma del aborto planteada por el Ejecutivo del PP da un paso atrás respecto a la de de 1985. En contreto, el supuesto de malformación fetal se ha eliminado. Una controvertida decisión que ha llevado a Gallardón no sólo a enfrentarse con la gran mayoría de arco parlamentaio, sino también con muchos miembros de su propio partido que no están de acuerdo con el primer texto presentado. Un importante conflicto que ha llevado al presidente del Gobierno a tener que insistir públicamente en que su objetivo es que la ley sea similar a la de 1985.
Todavía no es oficial, para ello aún tiene que volver al Consejo de Ministros después de que los órganos consultivos hagan sus aportaciones, pero todo parece indicar que la reforma volverá a hablar de tres supuestos. La única solución que permitiría reconciliar al seno del Partido Popular. Mientras tanto, el ministro Gallardón se defiende de las acusaciones del PSOE insistiendo en que el mayor ataque que se hizo a las mujeres fue cuando el Gobierno socialista dejó a un millón de ellas «sin trabajo y sin libertad».
De hecho, ha acusado a las mujeres socialistas de «sobreactuar» cuando estaban en el Gobierno. «Cuando se hacían fotos en la escalinata de La Moncloa, no estaban tan preocupadas por las mujeres», ha afeado Gallardón, que además ha preguntado Valenciano, cuál es el respeto que tiene a las mujeres españolas el PSOE, si en el anterior gobierno socialista se cesó a un ministro por una chica con glamour. «Cuando Zapatero cesa a un ministro, César Antonio Molina, y le dice que le tenía que cesar porque necesitaba a una chica joven con glamour, ¿ése es el respeto que tienen de las mujeres?, ¿cesar a los ministros por chicas que tienen glamour?», ha insistido Gallardón, en referencia a la entrevista que este martes concedía el exministro de cultura socialista, César Antonio Molina, donde aseguraba que el expresidente socialista le cesó porque necesitaba a una ministra con glamour al frente de la cartera de Cultura.