La carrera política de Isabel Carrasco no tiene desperdicio. Quien la conoce de cerca no duda en calificarla de meteórica. De hecho, el llamativo descubrimiento sobre sus famosos “trece sueldos” y sus “líos” políticos, tal y como los calificó hace un año la revista Interviú, no han dejado de resonar desde que este lunes, en torno a las 18.00 horas, se conociera su muerte. Unos minutos antes era abatida a tiros en una pasarela junto al Centro de Salud Condesa Sagasta de León.
Presidenta de la Diputación de León y presidenta provincial del PP, ¿pero quién es la ‘popular’ Carrasco? ¿Quién hizo posible que su carrera política fuera como fue? Uno de los primeros nombres importantes a los que habría que recurrir es al del expresidente del Gobierno José María Aznar. Esta Inspectora de Hacienda –nacida en Santibáñez del Bernesga- comenzó su andadura política cuando el máximo dirigente de FAES era el presidente de Castilla y León. En 1987 fue nombrada Delegada Territorial de la Junta en la provincia de León y fue cesada de este cargo en 1991, cuando Aznar abandonó Valladolid para instalarse en Madrid.
Durante unos años volvió a su actividad profesional inicial: Inspectora de Hacienda. Aunque en esta ocasión como Jefa de la Unidad Regional de Inspección de las Grandes Empresas y Patrimonio en el ámbito de Castilla y León. Pero no tardaría en ser rescatada por el sucesor de Aznar. En 1995 Juan José Lucas la designó Consejera de Economía y Hacienda de la Junta de Castilla y León y la colocó a la cabeza de la Comisión Mixta de Transferencias. Cargo en el que se mantendría hasta que su gran “enemigo”, Juan Vicente Herrera, llegara a la presidencia castellanoleonesa.
Cesar a Carrasco fue una de las primeras cosas que hizo a su llegada al Palacio de la Asunción de Valladolid. Las crónicas de la época ponen como antecedentes un episodio previo que se produjo cuando la ‘popular’ fue designada Consejera de Economía. En aquel momento, su llegada supuso la salida de Fernando Bécker y del que hasta el momento era su secretario general: Juan Vicente Herrera. Así que cuando Herrera llegó al trono no dudó ni un instante en apartarla. Dicen quienes la conocen que aceptó el golpe con deportividad y decidió regresar a su tierra, a León, a acabar su ‘obra’ política.
En 2004 fue elegida en el XI Congreso Provincial del PP presidenta. Y tres años después se convirtió en la primera presidenta de la Diputación de León. Pero su mala relación con Juan Vicente Herrera no acabaría aquí. El presidente regional seguía teniéndola en el punto de mira y una portada de Interviú le daría la excusa perfecta. La publicación relacionaba a Carrasco con un supuesto cobro indebido a Caja España de unas dietas de kilometraje. A partir de ahí, los “líos” pasaron a los juzgados, de hecho Carrasco deja un juicio pendiente por esta cuestión.