El partido ecologista Equo ha denunciado este martes, a través de una acción reivindicativa en el Aeropuerto de Barajas, la situación de exilio forzado que viven cientos de miles de jóvenes españoles.
Equo culpa al Ejecutivo de Rajoy y a la Troika de la fuga de cerebros que sufre el país
Ataviados algunos con un casco de obrero y otros una bata de médico, un grupo de activistas del partido han representado la marcha de los jóvenes del país bajo el lema #JóvenesConFuturo. Una circunstancia de la que culpan al Gobierno y a la Troika, a quienes han imitado con caretas de Mariano Rajoy y Ángela Merkel.
España, líder en paro juvenil
España encabeza la tasa de paro juvenil de la eurozona, seguido muy de cerca por Grecia. El 55% de los menores de 25 años está en situación de desempleo, es decir, más de 800.000 jóvenes en España están buscando trabajo y no lo encuentran, según la última Encuesta de Población Activa (EPA) de abril, publicada por el INE.
Estas cifras dibujan un alarmante panorama laboral en el país, en el que miles de chavales se ven obligados a abandonar su vida aquí y poner rumbo a una ciudad extranjera, donde esperan encontrar un futuro mejor acorde a su formación.
“No se van, les echan”
Juan López de Uralde, líder de la formación, tacha de “inadmisible” esta situación y critica que “sólo se ponga sobre la mesa los recortes en becas y ayudas a la educación”, mientras el país sufre una fuga de cerebros de jóvenes cualificados. “Está claro que no se van, sino que les echan”, añade Uralde.
Como alternativa al problema, Equo propone un cambio de modelo actual y apuesta por incidir más en los sectores verdes, la investigación y los servicios públicos (sanidad, educación y dependencia).
De cara a los próximos comicios del día 25 de mayo, la formación espera que Europa dé respuesta a “la generación mejor preparada y no la condene a la diáspora”. Para ello, proponen dos tipos de soluciones: una económica y otra electoral. La primera, según Equo, dotar de fondos a la Garantía Juvenil Europea y a las políticas de emancipación. La segunda, rebajar la edad de votantes de los 18 años actuales a los 16, un cambio que, según ellos, acabaría con la baja participación de los jóvenes en los comicios y serviría para animarles a participar en la toma de decisiones en la Unión Europea.