El alcalde de Sestao, Josu Bergara, ha trasladado este viernes, en una reunión, a distintas asociaciones de personas inmigrantes que trabajan con colectivos desfavorecidos que Sestao no es un pueblo racista, pero sí «hastiado de soportar delincuencia y actos incívicos».
Bergara se ha reunido esta viernes por la mañana con representantes de las asociaciones Secretariado Gitano, Asocolvas, Cáritas, Nevipen y la Asociación de Marfileños de Bizkaia para aportarles su versión de los hechos y de la polémica suscitada a raíz de la denuncia presentada contra su persona por SOS Racismo y por la «filtración interesada» de una grabación a los medios de comunicación, según ha infomrado el Ayuntamiento en un comunicado.
SOS Racismo presentó una denuncia contra él «por no empadronar a inmigrantes» y aportó una grabación en la que éste asegura: «la mierda ya no viene a Sestao porque, si no, la echo yo».
En el encuentro, Bergara ha calificado de «desafortunadas y criticables» sus palabras y ha solicitado disculpas a los presentes «si las mismas hubieran podido ofenderles».
El primer edil de Sestao les ha trasladado que la grabación está «editada y manipulada» de tal manera que la versión que se ha difundido «da a entender de forma engañosa» que él se refiere a los inmigrantes, cuando «se refería única y exclusivamente a los delincuentes cuando habla de 'mierda'.
El primer edil les ha explicado que la grabación «no autorizada» fue realizada en una reunión con titulares de inmobiliarias de Sestao convocada el año pasado para abordar el problema de los pisos patera.
Bergara ha reiterado que, al emplear el término «mierda», se estaba refiriendo a las personas que delinquen y generan problemas de incivismo en el pueblo y no al colectivo de inmigrantes, «como se ha pretendido trasladar a la opinión pública». Además, ha reiterado su apoyo a estas personas que acuden a Sestao, a Bizkaia y a Euskadi «a labrarse un futuro mejor».
Durante la reunión, el alcalde ha dejado claro que Sestao no es un pueblo racista pero sí es un municipio que está «hastiado de soportar delincuencia y actos incívicos». Por ello, ha reclamado colaboración institucional para solucionar los problemas sociales y de desempleo que arrastra la localidad desde hace más de 20 años.