El profesor de Ciencias Políticas y cabeza de lista de 'Podemos', Pablo Iglesias, conocido por su habitual participación en las tertulias políticas de diversas cadenas de televisión, ha sido una de las grandes sorpresas de la noche electoral al conseguir 1.239.133 votos -el 7,96%- y 5 escaños en la que es su primera comparecencia electoral, con el 99,3% de los votos escrutados.
La entrada de Iglesias en la Eurocámara confirma de este modo la incorporación de una nueva fuerza al panorama político español.
Podemos ha conseguido desbancar a IU en las Comunidades Autónomas de Aragón (9,5%), Cantabria (9,1%), Madrid (11,2%), Baleares (10,3%) y Asturias (13,6%), en las que la nueva formación surgida en enero se ha convertido en la tercera fuerza más votada. De hecho, en el municipio madrileño de Rivas ha sido el partido más votado este domingo.
Además, la formación de Iglesias también ha superado a Izquierda Unida en Canarias donde Podemos ha sido la cuarta fuerza más votada con un 11% del apoyo y en el País Vasco, donde ha obtenido un 6,9% del apoyo, convirtiéndose en la quinta formación más apoyada, por encima de IU. En Galicia, también ha sido la cuarta formación más votada, donde ha recibido un 7,1% de votos.
Podemos ha quedado en quinto lugar en Andalucía, con un 7,1% de apoyo; Castilla-La Mancha, con el 6,34%; Castilla y León, con un 8,1%; Navarra, con un 9,3%; Comunidad Valenciana, con un 8,2%; Extremadura, con un 4,7%; La Rioja, con un 7,4%; y Murcia, con un 7,5%. En Cataluña ha sido la séptima fuerza más votada, donde ha recibido un 4,66% de apoyo.
Junto a Pablo Iglesias, ocuparán escaño en el Parlamento Europeo la profesora de secundaria, activista de la 'Marea Verde' y 'número dos' de la lista, Teresa Rodríguez, el exfiscal especial anticorrupción y 'número 3', Carlos Jiménez Villarejo, la politóloga y 'número cuatro', Lola Sánchez, y el científico titular del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y 'número cinco' de la candidatura, Pablo Echenique-Robba.
En contra de la casta política
Durante la campaña electoral, el nuevo partido ha utilizado la repercusión mediática de Iglesias en las tertulias y su papel como 'azote de la derecha', del bipartidismo y de «la casta política», como una de sus principales armas.
De hecho, el propio Pablo Iglesias aseguró durante el acto de presentación del partido que aceptaba ponerse al frente del proyecto al entender que, «por desgracia», las organizaciones de la sociedad civil necesitan actualmente una cara conocida que sea capaz de movilizar a la gente. «Hay poquitas personas que puedan dar un paso como éste. Lo podía haber dado Alberto Garzón –el diputado de IU– o Ada Colau –exportavoz de la PAH– y muy poquitos mas«, aseguró entonces.
«Si las organizaciones de la sociedad civil fueran más fuertes no sería necesario que un tipo con coleta discutiera en con Alfonso Rojo o con Francisco Marhuenda en la televisión para emocionar en la gente en su casa», aseguró entonces, haciendo referencia a dos de los tertulianos con los que más enfrentamientos ha protagonizado en televisión.
No obstante, la campaña no ha estado exenta de voces críticas que acusaban al proyecto de ser demasiado personalista en torno a la figura de Iglesias; críticas que se acrecentaron cuando el partido decidió sustituir el logo registrado en el Ministerio del Interior por uno con la cara de Iglesias.
Desde la formación argumentaron que este cambio se debía a la necesidad de «reforzar la conexión» entre el 'número uno' de la lista de Podemos para las europeas y el conjunto de la candidatura, ya que todos los estudios que manejan coinciden en que «entre los ciudadanos es mucho más conocido Pablo Iglesias que la iniciativa». «Pero que cuando se sugiere su existencia, la gran mayoría manifiesta simpatía por los postulados centrales», añadían.