El socialismo de la era Rubalcaba se hunde con los peores resultados de la historia de la democracia para el partido. Es la segunda debacle del PSOE en dos años, un PSOE que no consigue levantar cabeza y que se ha dado de bruces con un 23% de los votos. De hecho, ha sido su rival, la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz la que ha salvado al partido del desastre total con buenos resultados en su comunidad, más de nueve puntos sobre el Partido Popular.
“Malos resultados”
La valoración que ha realizado la candidata Elena Valenciano ha sido clara: “Es evidente que son unos malos resultados y no estamos satisfechos”. Ha anunciado que este lunes se reúne la Comisión Ejecutiva Federal para analizar los resultados de las elecciones y que será entonces cuando se tomen decisiones. No ha querido adelantar acontecimientos y se ha limitado a explicar que será el propio secretario general el que explique el rumbo del partido.
Pero lo cierto es que el partido está debilitado, son muchas las voces que piden la refundación del PSOE porque Rubalcaba no es capaz de sacar su proyecto adelante. En plena vorágine de recortes sociales con una sociedad movilizada a través de mareas y plataformas para frenar la desaparición del estado del bienestar, los socialistas han estado fuera de juego.
Primarias VS Congreso
El lunes comienzan los movimientos internos para tomar las riendas del partido. Por el momento, la presidenta de la Junta de Andalucía se ha convertido en una mujer decisiva en el PSOE que ha adquirido todo el poder.
Si Rubalcaba anuncia su dimisión provocaría un proceso congresual que podría atrasar la celebración de las primarias generales en noviembre y las autonómicas en septiembre,de hecho, es posible que voces internas de la vieja guardia del partido apoyen esta opción para así retrasar las primarias. Este proceso se iniciaría con su renuncia en el Comité Federal que se celebra el próximo sábado o bien dentro de diez días en el que se decidirá la fecha para celebrar un Congreso Extraordinario y los plazos de convocatoria de los 'congresillos' para la elección de los delegados representantes de las distintas dederaciones.
En definitiva, un bucle burocrático que la dirección del PSOE aprovecharía para resolver sus asuntos internos dentro de los aparatos territoriales para así retrasar la celebración de las primarias y no levantarse de la silla.