«Desde hoy nos ponemos a trabajar en las próximas elecciones». Así fue como la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, un día después de las elecciones europeas, daba el pistoletazo de salida al nuevo periodo electoral. El 25M ha sido un aviso, pero en 2015 ya no valdrán las excusas. Las elecciones municipales y autonómicas de marzo sí que serán consideradas la antesala de lo que en las generales de noviembre –o enero de 2016 a más tardar- puede ocurrir. Así que el Partido Popular ya se ha puesto manos a la obra.
El Gobierno no tiene ninguna intención de cejar en su empeño reformista. Rajoy sigue convencido de que sus medidas están a punto de dar frutos; y que ellas les salvarán en 2015. Aunque en el PP, sin embargo, no descartan cambios. Así lo dejó entrever Cospedal este lunes en una rueda de prensa en Génova. El diagnóstico del partido es claro: el fallo ha estado en la comunicación. El PP diseñó una campaña para que todos los cargos públicos del partido participaran y explicaran a sus electores no sólo la importancia de participar en estas elecciones, sino también de las reformas del Gobierno de Rajoy. Pero el resultado no ha sido el esperado. El PP ha perdido 2.596.014 votos y ocho escaños en el Parlamento Europeo respecto a las elecciones de 2009. Y algunos de sus principales feudos se han debilitado.
Antes de las elecciones europeas ya existían rumores sobre la continuidad de algunos ‘barones’ del PP en sus puestos en 2015. El Partido Popular no ha perdido ni en Madrid, ni en la Comunidad Valenciana, pero los votantes sí han dado un toque de atención a sus respectivos presidentes. La Comunidad Valenciana, presidida por Alberto Fabra, ha sido la región donde el PP más votos ha perdido en estas elecciones (476.784). Las reformas de Rajoy no han ayudado, pero lo que seguro no han ayudado han sido los últimos escándalos de corrupción descubiertos en esa región.
Fabra y sus facturas
Alberto Fabra llegó a la presidencia de la Comunidad Valenciana el 20 de julio de 2011, el mismo día que Francisco Camps dimitía por su implicación en la ‘causa de los trajes’ dentro del ‘caso Gürtel’. Y desde entonces, las encuestas internas del partido han alertado de una creciente desafección del electorado por su formación. La popularidad de Fabra está en mínimos. Y las facturas publicadas en exclusiva por ESTRELLA DIGITAL puede que tengan mucho que ver. Que los valencianos se hayan enterado por este periódico que su presidente ha cargado todo tipo de gastos personales a las arcas públicas; que intentara que sus contribuyentes le pagaran un coach o un cocinero personal; y que su ‘número dos’, Esther Pastor, aún no haya sido capaz de acreditar los méritos obtenidos para que se le haya creado un puesto a medida: secretaria Autonómica de Organización, Coordinación y Relaciones Institucionales de Presidencia de la Generalitat; son probablemente algunos de los motivos que han llevado a los valencianos a castigar al PP en esta ocasión.
Fabra ya ha anunciado que quiere concurrir a las próximas elecciones como cabeza de lista en esta comunidad, pero en Génova ya han frenado sus intenciones en varias ocasiones. “Ocupará ese puesto quien sea capaz de obtener los mejores resultados para el PP”, reconocían a ESTRELLA DIGITAL fuentes de la dirección hace sólo unos meses.
Aunque el valenciano no es el único señalado tras estos comicios. Los ojos más críticos de la formación también se han posado en Madrid. El PP tampoco ha perdido en la Comunidad de Madrid, pero los datos obtenidos tampoco han sido los más óptimos. Después de la Comunidad Valenciana, Madrid ha sido el segundo feudo donde más votos ha perdido el PP (451.664). A Ignacio González le ocurre algo parecido que a Alberto Fabra. Llegó a la presidencia tras la dimisión de la todopoderosa Esperanza Aguirre. Desde entonces, las encuestas internas también arrojan dudas sobre Ignacio González como cabeza de cartel. A él le explotó en la cara el que hasta el momento había sido uno de los mayores triunfos de su antecesora: Eurovegas. Recibió muchas críticas por el ERE de Telemadrid. Y ruvo que rectificar el proceso de privatización de la sanidad madrileña. Él se postula para encabezar la lista de 2015, sin disensiones internas, pero necesita que la dirección nacional acabe de decantarse por él.
Cataluña y Andalucía, una derrota significativa
El PP ha sufrido una significativa derrota en otras regiones claves: Cataluña y Andalucía. En ellas no se esperaba una victoria, pero quizás tampoco un descalabro como el finalmente obtenido. Es más, en el feudo socialista, actualmente gobernado por Susana Díaz, el PP ha registrado el tercer peor resultado en cuanto a votos perdidos (350.959). Un dato muy significativo si tenemos en cuenta que en 2012 Javier Arenas consiguió ganar las elecciones, aunque finalmente no pudo gobernar debido a un pacto entre el PSOE e IU. Además, ni siquiera el escandaloso caso de corrupción de los ERE ha restado votos a los socialistas. Algunos ‘populares’ ya han encontrado culpable: Juan Manuel Moreno. Su nombramiento fue inesperado y provocó un verdadero ‘tsunami’ en la formación.
Rajoy impuso el ‘dedo divino’, frente a José Luis Sanz, el favorito hasta el último momento. Y parece que no ha dado resultado. La elección de Moreno ha dejado en bandeja a los socialistas unos resultados históricos en Andalucía en unas Europeas: 250.000 votos y diez puntos de diferencia respecto a los 'populares'. La oposición del malagueño no ha sido acertada y Génova tratará de corregirla de cara al próximo año electoral.
Así como tampoco funciona la de la presidenta del PP de Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, que sigue sin identificar bien a su electorado. Los 'populares' han perdido peso en la región catalana -donde el sentimiento independentista crece por momentos- y la señalada no es otra que Sánchez-Camacho. Los rumores sobre su marcha hace meses que son fuertes. En un principio, hasta se habló de la intención de Rajoy de incluirla en la candidatura 'popular' para mandarla a Bruselas. Finalmente no ha sido así, pero en Génova pocos ya dudan de que su destino está fuera de la presidencia del PP catalán.