El secretario de Organización del PSOE, Óscar López, descarta que la convocatoria de un congreso extraordinario del partido antes de las primarias para elegir candidato a la Moncloa vaya a generar una batalla interna entre los socialistas, porque «todo el mundo sabe cuál es la altura del reto» y que «hay cuestiones muy de fondo» a las que dar respuesta.
Además, ha destacado que las primarias abiertas para elegir candidato ya están en las normas del partido, de manera que la nueva dirección, la que salga del congreso, «por supuesto» tendrá que convocarlas.
A su juicio, tras la derrota del PSOE en las elecciones europeas «hay que saber leer en profundidad y «abrir un proceso nuevo» y «un buen ejercicio» que prepare al PSOE para las elecciones municipales y autonómicas de dentro de un año, ha defendido López en una entrevista en la Ser.
Según López, la actual dirección del PSOE, encabezada por Alfredo Pérez Rubalcaba, ha tomado una «decisión drástica» porque ha tomado nota del resultado electoral, pero ha destacado que en sus poco más de dos años de mandato ha hecho cosas positivas, como aprobar el reglamento para que las primarias sean abiertas, la Conferencia Política para renovar el proyecto ideológico y la posición sobre Cataluña pactada con el PSC.
De hecho, preguntado por la situación del PSC –cuyo primer secretario, Pere Navarro, ha convocado al Consell Nacional para hacer cambios en la dirección–, ha recalcado que «más allá de los nombres» lo que importa es que se mantenga la posición política sobre el futuro de Cataluña, «y esta dirección del PSC la mantiene».
En este punto, ha defendido que la reforma federal de la Constitución que propone el PSOE es la única alternativa para dar salida a la tensión entre los independentistas y el Gobierno central.
A los que critican que Rubalcaba no haya optado por adelantar las primarias abiertas a los ciudadanos y hacer después el Congreso, que es un proceso interno del partido, les ha contestado que si se hubieran hecho antes las primarias «hay quien diría que la dirección se quedaba para controlar el proceso».
López ha asegurado que no ha reflexionado sobre la posibilidad de que el nuevo secretario general del PSOE sea un presidente autonómico, y ha dicho que lo bueno sería que el partido tenga un líder «con ganas, con fuerza«, que sea «elegido por los militantes del partido, que van a poder votar todos en el congreso».
Preguntado qué ha hecho mal la actual dirección, ha señalado que «hay muchos análisis que hacer», teniendo en cuenta además que «ni una sola encuesta acertó» y que ha habido «fenómenos verdaderamente novedosos», como una caída sin precedentes del PP y una división del voto de la izquierda, incluso con nuevas fuerzas «con una dimensión mediática que seguramente les ha garantizado esos votos». «El PSOE, que hace dos años y medio perdió unas elecciones por muchos votos, es verdad que todavía hoy no está en condiciones de ganar», ha reconocido.