El exsenador del Partido Popular (PP) Luis Fraga ha asegurado ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz no conocer la identidad del político que en 2009 tenía seis cuentas en el Dresdner Bank de Ginebra (Suiza), el mismo banco en el que acumuló una parte de sus fondos el extesorero del Partido Popular (PP) Luis Bárcenas. «Es un misterio, no sé quién es el señor X. No sé quién es el tercer hombre», ha señalado, según varias fuentes jurídicas presentes en la declaración.
Fraga, que ha respondido durante dos horas a las preguntas del juez instructor, ha justificado los movimientos bancarios entre sus cuentas y las de Bárcenas en la devolución de cuatro préstamos por un total de 18 millones de pesetas (120.000 euros) que el extesorero le hizo a partir de 1995 porque se encontraba en una situación económica difícil y tenía que pagar su vivienda. «Se los devolví al 4 por ciento», ha explicado.
El compareciente, que ha reconocido su «estrecha» amistad con Bárcenas, ha asegurado también que la formación conservadora, a la que representó como senador entre 1989 y 2011, le «echó» del partido cuando falleció su tío, el líder de Alianza Popular (AP) y presidente fundador del PP, Manuel Fraga Iribarne.
El compareciente tampoco ha sabido explicar por qué su nombre aparecía en un correo interno del Dresdner Bank fechado el 29 de julio de 2009 en el que la responsable del Departamento de Cumplimiento, Andrea Dankert, advertía a la agente de Bárcenas, Agathe Stimoli, de que dos clientes –entre ellos él mismo– se encontraban en situación de «riesgo 3», la asignación otorgada a las «personas políticamente expuestas», al no haber «documentado cómo habían conseguido sus ingresos».
Los suizos eran «muy imprecisos»
El sobrino de Manuel Fraga, que ha comparecido como testigo y, por tanto, sin abogado y con la obligación de decir la verdad, ha defendido que los suizos eran «muy imprecisos» y quizá por eso aparecían los dos nombres en el mismo correo interno. En este punto, ha contradicho una de las comunicaciones de Stimoli y ha asegurado que nunca se reunió con ella en Madrid para abordar este asunto.
A preguntas de Ruz, que ha desarrollado un exhaustivo interrogatorio, según las fuentes consultadas, Fraga ha dicho que abrió sus dos cuentas en Suiza –una, demoninada 'Ranke', en el Lombard Odier y otra en el Dresdner Bank, actual LGT– antes de ser senador y que las mantuvo durante su etapa en la Cámara Alta porque pensó que no iba a estar demasiado tiempo ocupando el escaño.
Tras su nombramiento, según las citadas fuentes, autorizó a Bárcenas para operar en los dos depósitos y, según ha dicho, se desentendió de ellos hasta el punto de pedir a los responsables de los dos bancos que no le llamaran para preguntarle por los mismos. Por este motivo ha dicho desconocer el origen de dos entradas de dinero procedentes de cuentas de Bahamas y Nassau.
El exsenador, que también ha admitido que tuvo cuentas bancarias en Francia y Estados Unidos, ha explicado que su fortuna en Suiza , que rondaba los 300.000 euros, procedía de sus variadas actividades empresariales, que iban desde la venta de productos para la fabricación de carreteras hasta la comercialización de material deportivo o el negocio editorial.
Reconoce los apuntes de Bárcenas
En otro momento de la declaración, el testigo ha reconocido que las entregas de 3.000 euros y 6.000 euros que Bárcenas consignó el 28 de julio de 2004 y el 14 de enero de 2008 en su supuesta contabilidad B con la anotación 'Luis Fraga' son ciertas y ha explicado que el extesorero le dio estas cantidades para que cubriera los gastos de representación de las campañas electorales celebradas en esos años.
Así, ha precisado que entregó el dinero recibido en efectivo en las circunscripciones provinciales de su partido por las que fue elegido en cada uno de los comicios, Guadalajara en el caso de 2004 y Cuenca cuatro años después. Empleó estas sumas en cubrir pagos de gasolina, comidas y otros relacionados con el periodo electoral, ha agregado.
No fue imputado
El juez rechazó el pasado 14 de mayo imputar a Fraga, como pidió la representación del PSOE, argumentando que no existen indicios de que pudiera haber cometido un delito contra la Hacienda Pública, ya que los fondos que tenía en Suiza no tenían la «entidad suficiente» para que su defraudación alcanzara el importe de 120.000 euros que el Código Penal establece como umbral del delito.
Tampoco hay elementos, según un auto dictado por el responsable del Juzgado Central de Instrucción número 5, de que pudiera haber colaborado en el blanqueo de los capitales de Bárcenas, que alcanzaron los 48,1 millones de euros en enero de 2008.
En relación con el segundo político que tenía las seis cuentas en Suiza, acordó una nueva comisión rogatoria a las autoridades del país para requerir al LGT Bank, antiguo Dresdner, la identidad del titular de estas seis cuentas así como la documentación relativa a «apertura, apoderados, extractos, relación de ingresos, transferencias y extracciones».
Ruz preguntó el pasado 20 de abril al antiguo responsable de las finanzas del PP si él o Fraga eran los titulares de esos nuevos depósitos. «Desde luego ni el señor Fraga ni yo hemos tenido cuentas distintas a las que se conocen en el sumario», contestó. «Y en caso de que se refiriera a otra persona, ¿a quién podría referirse?», preguntó el magistrado instructor, según consta en la transcripción de la última declaración del extesorero. «No tengo ni la menor idea», replicó Bárcenas.