El PP descarta tajantemente que el secretario de Estado para la Unión Europea, Íñigo Méndez de Vigo, sea la segunda opción de Rajoy para sustituir a Miguel Arias Cañete si éste finalmente queda vetado en la Comisión Europea por su comentario machista sobre Elena Valenciano. “No tiene ninguna posibilidad”, aseguran fuentes ‘populares’ a ESTRELLA DIGITAL. Todo apunta a que los resultados obtenidos (16 escaños, 8 menos que en 2009) dificultarán las negociaciones del PP español en Bruselas, ahora quinta fuerza en el PPE, pero si el presidente tiene pensado luchar por alguien en el complicado reparto de puestos en la Comisión, será por su exministro de Agricultura, tal y como le prometió cuando le ofreció el reto de ir de ‘número uno’ de la candidatura del Partido Popular.
Un verdadero batacazo a las aspiraciones de Méndez de Vigo, que lleva meses intentando engancharse a un puesto en alguna institución comunitaria. “Él se postuló para cabeza de lista para el Parlamento Europeo, para Comisario, para presidente del Parlamento y para presidente del PPE”, relatan fuentes del PP. De hecho, su nombre fue uno de los que sonaron en las quinielas cuando los ‘populares’ aún no habían hecho pública la candidatura. Pero finalmente Rajoy optó por Cañete; y Méndez de Vigo se fue con las manos vacías.
En Génova nadie duda de la valía del secretario de Estado, considerado uno de los mayores expertos –junto a Cañete- que tiene el Partido Popular en política europea. Es más, cuando el exministro de Agricultura cometió el error de exculpar su actuación poco brillante en el ‘cara a cara’ con Elena Valenciano asegurando que debatir con una mujer “siempre es complicado porque demostrar superioridad intelectual se interpreta como una actitud machista frente a una mujer indefensa”, su nombre volvió a sonar. Hubo círculos en los que se barajó el nombre de Méndez de Vigo como Comisario si los socialistas finalmente vetaban en la Eurocámara el nombramiento de Cañete, pero las fuentes consultadas descartan esta opción. “En el momento en el que no le incluyeron en la lista, él mismo se dio cuenta de que ya no tendría opciones”, aseguran en el PP.
Todos en el partido –incluido Rajoy- saben que el secretario de Estado desea igual que Cañete ocupar una Comisaría, pero por el momento se va a quedar con las ganas. O eso es al menos lo que deslizan fuentes ‘populares’. El ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, se la tiene jurada y le “ha vetado” para cualquier puesto en Bruselas. “Margallo le puso el freno. Méndez de Vigo se había postulado para liderar la candidatura ‘popular’ y en ese momento le cortaron los pies desde el Gobierno y el propio partido”, insisten las mismas fuentes. El motivo no está muy claro. En el PP aseguran que “eran íntimos amigos”, pero que la relación se empezó a enfriar cuando llegaron al Gobierno. La guinda del pastel se colocó durante estas últimas elecciones europeas. “Margallo está ofendido con Méndez de Vigo por negociar a sus espaldas su posible inclusión en la candidatura ‘popular’ para lograr un puesto clave en la Comisión o el Parlamento Europeo”, explican a ESTRELLA DIGITAL fuentes del partido.
Del amor al odio hay un paso
Pero como bien dice el refranero español, del amor al odio sólo hay un paso. Méndez de Vigo ha pasado de ser el ‘niño bonito’ de Margallo –de hecho fue el primer secretario de Estado que nombró Rajoy cuando llegó a La Moncloa– a un denostado en cuestión de meses. Y en el medio, el presidente del Gobierno, que sigue manteniendo muy buena relación con los dos. Tanto, que a su llegada al Ejecutivo, también encontró hueco para la hermana del secretario de Estado. Beatriz Méndez Vigo, hasta el momento jefa del Departamento de Relaciones con Servicios de Inteligencia, fue nombrada por la ‘número dos’ de Rajoy y máxima autoridad política del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), secretaria general de la agencia española, en sustitución de Elena Sánchez.
Todo era perfecto hasta que el roce político acabó con la luna de miel. Méndez de Vigo y Margallo estrecharon su relación en el Parlamento Europeo, donde también coincidieron con Francisco José Millán Mon, cuñado de Rajoy y puente de unión entre el presidente y ambos. A partir de entonces se forjó una estrecha amistad que se ha visto truncada por la ambición política. El 'popular' ha tocado todos los palos posibles en Europa y considera que ya le llegó el momento de coronar la cumbre: una Comisaría. Pero aún le tocará esperar, apuntan en el PP.
Ha sido consejero especial del Gabinete del secretario general del Consejo de Europa, catedrático Jean Monet «ad honorem», presidente del Consejo Asesor del Instituto de Estudios Europeos, y presidente del Consejo de Administración del Colegio de Europa. Además, desde 1992, diputado en el Parlamento Europeo, en el que ha sido coordinador y portavoz del Partido Popular Europeo en la Comisión de Asuntos Constitucionales y miembro de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios. Fue presidente de la Delegación del Parlamento Europeo en la Convención sobre el Futuro de la Unión y representante del Parlamento Europeo en la Conferencia Intergubernamental que aprobó el Tratado por el que se establecía una Constitución para Europa. Y desde 2011 capitanea la estrategia de Mariano Rajoy en la jungla comunitaria. Donde permanerá hasta nueva orden.