Susana Díaz se convierte en la líder por aclamación popular. Los barones socialistas demuestran la indignación por la ambigüedad de Rubalcaba de este jueves, aupando en masa a la presidenta de la Junta de Andalucía como nueva secretaria general socialista. Su indeterminación a la hora de explicar el proceso del Congreso Extraordinario y sus evasivas han desatado el enfado de distintos dirigentes socialistas, que han decidido mover ficha e intervenir en pleno terremoto interno que sufre el partido.
Andalucía, Madrid, Comunidad Valenciana, Aragón, Canarias, La Rioja, Navarra, Cantabria, Castilla-La Mancha y Murcia han mostrado públicamente su apoyo a la líder socialista. Para Tomás Gómez es “la persona que mejor puede iniciar un tiempo nuevo”; para Ximo Puig “el PSOE necesita cohesión y eso lo representa Susana Díaz; César Luena afirma que “le gustaría que diera un paso al frente; según José Miguel Pérez exige “dejar los egos y los intereses particulares”, y Javier Lambán considera que tiene un “liderazgo fuerte”. Una riada de rechazo a la iniciativa de la dirección y que deja en jaque mate los planes de Rubalcaba.
Sin el apoyo de los barones y frente a la mujer más fuerte del partido desde el descalabro electoral del PSOE en las elecciones europeas, la estrategia de Rubalcaba queda noqueada y deja a Madina fuera de juego.
Madina, el “niño mimado” del aparato
En una maniobra de declaraciones, Eduardo Madina jugó al despiste para evtar ser identificado como el tapado del aparato del partido. En un primer momento el diputado socialista quiso remarcar que la convocatoria del Congreso Extraordinario era una decisión “personal de Rubalcaba”, porque él seguía apostando por la celebración de primarias. Tres días después cambió de opinión y aceptó la propuesta de Rubalcaba para seguir los pasos de la vieja guardia del PSOE: celebrar el Congreso para elegir al nuevo secretario general a través del voto de los militantes. Una postura que automáticamente rompe el tándem Madina-Chacón, la alianza que apostaba por las primarias abiertas. Ahora forman parte de distintos bandos: el diputado socialista está con el aparato mientras que la ministra de Defensa se mantiene firme en su posición. Fuentes del partido subrayan que se trata, fundamentalmente, del candidato favorito de Elena Valenciano, «su niño protegido».
Según declaran fuentes socialistas a ESTRELLA DIGITAL, Madina es el “candidato oficial a ser secretario general del partido para poder mantener el esquema político de la vieja guardia del PSOE». En definitiva, la estrategia de Rubalcaba pasa por evitar la celebración de primarias abiertas, su mayor temor, y no perder las riendas del partido. Sin embargo, parece complicado que la operación de presentar a Madina “de tapado” salga adelante.
Frenar primarias
De hecho, no es la primera vez que el líder socialista frena este tipo de procesos abiertos. Aunque se la jugó cuando presentó a su candidata, Trinidad Jiménez, a las primarias contra Tomás Gómez en Madrid, Rubalcaba no quiere volver a cometer el mismo error. Por eso, en el Congreso de Sevilla de 2012, la Ejecutiva, con el respaldo de los delegados presionados por Óscar López, logró paralizar la enmienda presentada por Carme Chacón en la que proponía que la elección del secretario general se llevara a cabo a través del voto de los militantes.
Y ahora, una vez más, ha vuelto a revolucionar el calendario hasta el punto de querer incumplir, según esas mismas fientes del PSOE, los estatutos del partido para evitar el Comité Federal que abriría la puerta a las primarias. “Es una decisión que no está en los estatutos. Sin embargo, la celebración del Comité Federal y el proceso de primarias sí que está regulado”, apuntan las mismas fuentes.
Carmen Chacón también se opone
Sin embargo, Carmen Chacón mantiene firme su postura. “Madina y Rubalcaba son miembros de la dirección que este lunes consintió este momento terrible de confusión”. Así de contundente se ha mostrado la exministra de Defensa socialista en el programa Al Rojo Vivo, donde también ha querido recordar las presiones que recibió para no celebrar primarias antes de las últimas elecciones generales y aceptar el nombramiento a dedo de Rubalcaba para relevar a Zapatero. «El acierto está en abrirnos a la gente. Hubo un momento en 2011 en que alguien decidió que lo importante era darle la candidatura a alguien providencial y miren lo que ha pasado”. La socialista lo tiene claro: “En un momento tan durísimo del PSOE la respuesta no puede ser hablar de nosotros mismos. Tenemos que hablar de los problemas de la gente. Nuestro problema de comunicación es que no sabemos escuchar”.